Así me hice profesional de Starcraft

Soy una leyenda viva. ¿Humano? No lo creo. Estoy por encima de eso. Algo así como un ente que un buen día se aburrió de contemplaros y bajó a la tierra para convertirse en jugador profesional de Starcraft. Tal era mi nivel que rechacé ofertas millonarias por poner mi cara como imagen de las más prestigiosas empresas internacionales.

No fue fácil, lo admito. Hoy, he descubierto que un jugador de Street Fighter está pasando por un periplo similar al mío. Yo no tenía un Stick Arcade. Mis armas eran otras. Mi mente, mi inteligencia y mi avasalladora capacidad creativa para innovar y sacar de la nada estrategias que dejaban al más duro de mis rivales como a un puma tras pasar por una peletería. Pero no importa, igualmente su aventura es digna de elogio, porque este muchacho persigue el sueño que yo perseguí un día...

...y evidentemente conseguí.

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