Revista Talentos
Y tú para de leerme la mente, maleducado. Te adelantas a todos los momentos y lugares que pensé en la noche y quise llevarte al día siguiente. No hace falta que me demuestres que me conoces tan bien, que sabes perfectamente qué detalle tener o dónde ir para hacerme feliz…Ayer despertándome con flores, hoy haciéndome sentir el cambio de brisa que trajo el atardecer en nuestro bosque… Y es que por algo sigo a tu lado, por tus gestos sin palabras, por tu mirada perdida en el infinito que me busca…Porque como ves, mantengo la promesa de seguir junto a ti hasta en la muerte.