En estos días está emitiéndose la temporada 19 de la serie que protagoniza la familia Alcántara. En algunos aspectos y en determinadas situaciones, muchos nos hemos visto reflejados en ella, pues nos tocó vivir ese tiempo, muy agitado por cierto. No sé si tras esta emisión, con tantos capítulos en su haber, la serie dará para mucho más.
Supongamos que el año próximo llegan a la temporada final, la número veinte.
Los guionistas de “Cuéntame cómo pasó” podrían tener una magnífica ocurrencia a la hora de situar cronológicamente su temporada vigésima y última: plantear el episodio final haciendo coincidir el día, el mes y el año de referencia de la serie con el tiempo real en el que se va a emitir, pongamos que el 12 de mayo de 2019. De esta forma, en el último episodio, lo que ocurra en la calle, ocurre también en la serie. El último capítulo tendría que emitirse en directo. Aunque habría ensayos previos que abordarían el "envoltorio", la problemática personal de cada uno, las conversaciones familiares, etc., siempre se debería dejar un espacio a la improvisación de última hora puesto que podría ocurrir algo inesperado en el panorama nacional. Las agencias publicarían sus noticias y la serie se iría modificando según las últimas informaciones de rabiosa actualidad que fueran llegando: un accidente ferroviario en el que curiosamente viaja alguno de los Alcántara, un atentado terrorista que salpica al barrio de San Genaro, un proceso judicial por corrupción que afecta a viejos conocidos de Toni, etc. Ya se sabe que a esta familia les pasa siempre de todo. Y esta podría ser la última escena: En el informativo que ponen en otra cadena a la misma hora en que se emite Cuéntame, se destaca que la policía busca al “asesino del gorrito”, un canalla violador que siembra el pánico en algunas barriadas de Madrid. Mientras, en la serie, un matrimonio maduro formado por Carlos y Karina, ven el telediario donde aparece dicha noticia. Comentan alguna cosa, indignados. Por su parte, María, la hija menor de los Alcántara, que ya no es una niña sino toda una mujer, es perseguida por las calles de San Genaro por el mismo sádico personaje que es noticia en el telediario. Antonio Alcántara, un anciano que debido a sus achaques ya no puede conducir, y que precisamente anda dando una vuelta por el barrio, con su bastón sobre las piernas y en silla de ruedas, llega en ese momento a su calley, percatándose del peligro que se cierne sobre su hija, se interpone entre la joven y el perseguidor, quien tras tropezar aparatosamente con la silla de ruedas, recibe un tremendo bastonazo, quedando inconsciente tendido en el suelo, mientras Antonio increpa al delincuente: "¡Así las gastamos los de Sagrillas, mangurrián!"Enseguida llega la policía y le detienen. Al violador, claro.
En el telediario, última noticia sobre el asesino del gorrito: acaba de ser detenido gracias a la cooperación ciudadana. Al parecer, un anciano, vecino del lugar, se jugó la vida enfrentándose con el criminal.—¡Me cago en la leche, Merche. Si no llego a tiempo me matan a María!—exclama el protagonista de la famosa serie a una decrépita Mercedes que acaba de hacer acto de presencia en la escena y precisa de un andador para moverse— ¡Milano, a este tontolaba ya no le quedarán ganas de meterse con las mujeres! ¡Me cago en la cuna que me arrulló!