En algunas regiones del mundo, denominadas zonas "calientes", (desde el Medio Oriente hasta Rusia pasando por México) disponer de un vehículo blindado puede llegar a ser, literalmente, una necesidad vital. Grandes empresarios, políticos, funcionarios, ministros y jefes de Estado pueden verse forzados a trasladarse en vehículos que no sólo los protejan en caso de un accidente, sino que también les puedan salvar la vida en caso de un ataque terrorista.
El vehículo presenta en su carrocería, puertas y lunas más de 350 impactos de bala de fusiles de asalto AK-47, AR-15, G3 e incluso de calibre .50 del fusil de francotirador Barret.
Un claro ejemplo es el Jeep Grand Cherokee que vemos en las fotografías. El 24 de abril de 2010, la entonces Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Michoacán (México) Minerva Bautista Gómez sobrevivió milagrosamente a una emboscada de los narcos. Los narcos intentaron de matarla lanzando 10 granadas y realizando más de 350 disparos de fusiles de asalto AK-47, AR-15, G3 e incluso de calibre .50 con el fusil de francotirador Barret.
El Jeep Grand Cherokee (con un blindaje nivel 5), sin embargo, resistió el brutal ataque. En las fotos proporcionadas por la policía se ve el vehículo literalmente acribillado pero afortunadamente para la pasajera y los escoltas, tan solo se perforó la chapa, no llegando ningún proyectil al interior del vehículo.
Los narcos bloquearon la carretera con un remolque y abrieron fuego con fusiles de asalto Kalashnikov y rifles de francotirador Barrett, capaces de perforar el blindaje un vehículo con menor nivel de protección.
Los escoltas de Minerva Bautista, a pesar de la lluvia de balas, respondieron. En la batalla murieron dos de los agentes que acompañaban a Minerva y dos transeúntes.
Posteriormente los narcos se vengaron del fracaso del asalto al vehículo blindado asesinando a un mecánico que había trabajado en el fortalecimiento de la protección del Jeep.
El Jeep Grand Cherokee es considerado un trofeo para la empresa que se encargó de su blindaje, ya que resistió más de 350 impactos y la explosión de varias granadas.
Algunos impactos penetraron como fragmentos, pero nunca con la calidad de un proyectil. El vehículo presentaba disparos de fusil de francotirador Barret de calibre .50, una de las armas más potentes usadas por los narcotraficantes.
Detalle de una de las puertas del Jeep blindado.
Aquí explotó una granada. Junto con los impactos de bala, era un daño excesivo, aun así, aguantó. El estándar especifica que un área determinada de 4 pulgadas puede recibir de 3 a 5 disparos. Este recibió 70, explicó el técnico en blindaje.
La parte trasera del vehículo quedó totalmente destrozada en el ataque.
En el marco de la puerta del copiloto estalló una granada de 40 mm lanzada con un lanzagranadas.
Abajo, a la izquierda, junto al altavoz vemos el impacto de un disparo de calibre .50 Barret.
Minerva Bautista está viva gracias a que el blindaje de nivel 5 del vehículo impidió que ninguna bala penetrara en el interior.