“Todo esto antes era arena. Los camellos todavía descansan al sol en las orillas de la carretera que lleva a Beerseba, principal núcleo urbano del desierto del Néguev. Esta ciudad, a 110 kilómetros al sur de Tel Aviv, es considerada el Silicon Valley de Oriente Medio. Supone la prueba física y arquitectónica de lo que ha conseguido el sector de la ciberseguridad en Israel: 10 edificaciones nuevas en cinco años. En Beerseba se ha construido en el desierto, partiendo casi desde cero, las instalaciones que se necesitan para albergar a las miles de mentes que tienen que defender el país. Estas instalaciones pertenecen tanto a la Universidad Ben-Gurión del Néguev, a grandes empresas y start-ups, como al Gobierno y al ejército. Entre estos cuatro actores han creado un ecosistema de innovación en el que se comparte información y objetivo: convertir a Israel en la gran referencia de la ciberseguridad. Esta misión ha acelerado la aparición del que ya se perfila como el debate del futuro: seguridad versus privacidad… (continua)”
Fuente (y artículo completo): El Pais.