La sofisticada tecnología óptica del HIRISE permite apreciar con nitidez tanto la superficie terrestre, como la de su satélite. La imagen se logró superponiendo dos exposiciones diferentes de los diversos astros, para lograr que ambos fuesen visibles pese a la notable diferencia lumínica que poseen.
En la fotografía se observa parte del continente Australiano, en la sección correspondiente a la Tierra; y la "cara visible" de la Luna a su lado. También se logró, gracias a un detallado montaje, una correlación exacta entre los tamaños de los dos astros.
Los últimos avances en materia de exploración espacial están permitiendo, no sólo conocer detalles cruciales sobre los planetas de la galaxia, sino también poder cumplir un viejo sueño de la humanidad: saber cómo se ve la Tierra desde el espacio exterior.