Así son (algunos) candidatos a CEO de Microsoft

La búsqueda de un nuevo presidente ejecutivo para el mayor fabricante de software del mundo, Microsoft, es uno de los acontecimientos más vigilados en el sector de tecnología este año. La compañía sigue siendo altamente rentable, pero trata de luchar por cobrar impulso en el negocio de dispositivos móviles frente a rivales como Apple y Google. El abandono de Steve Ballmer al frente de Microsoft abre la puerta a una nueva etapa para una compañía que busca reinventarse.Incluso se ha creado una web, nextmicrosoftceo.com, donde los usuarios votan por sus candidatos. Entre los nombres aparecen personalidades de lo más dispar, incluso Richard Stallman, gurú del software libre, o Gabe Newell, creador de Steam, que acaba de cumplir 10 años de revolución digital, dos personas que, dada la filosofía de Microsoft, tendrían pocas posibilidades de hacerse con el control.

Alan Mulally, durante una reciente comparecencia Mike Lawrie, en una imagen de archivo Kevin Turner, durante una conferencia Julie Larson-Green, durante una comparecencia

Uno de los que más fuerte suenan es Stephen Elop, hasta ahora CEO de Nokia. El canadiense, de 49 años, llegó a Nokia en 2010 procedente de Microsoft. Conocer la casa, sus entresijos, su virtudes y sus defectos. Esmerado en su férrea defensa del sistema operativo Windows Phone para los teléfonos de Nokia, otrora líder de ventas, se ha visto como traidor y una especie de infiltrado cuya misión, desde el principio, fue de entregar el símbolo de Finlandia al gigante del software, entregada al máximo en recortar distancias en un campo, el de la movilidad, en el que no ha sabido llegar a tiempo.

Ocupa un buen lugar en esta nueva reestructuración de Microsoft tras la ¿sorprendente? compra del fabricante de móviles. Vicepresidente con poderes y ganas de prosperar. A su favor, la sabida cuenta del giro móvil que se está produciendo en la tecnología. En uno de sus mensajes a los empleados fue tajante: «Todo lo que se ha hecho desde 2007 ha sido equivocado». Aunque no supo calibrar el éxito que ha tenido la tecnología venida después de la llegada del iPhone.

Entonces, consideraba que eso de las pantallas táctiles sería una moda pasajera. Y miren entonces. Por si fuera poco, rechazó por entero el sistema operativo Android, ahora líder del mundo. Error o no, no supo subir peldaños y el sistema de Microsoft se ha mantenido como tercera en discordia ante un duopolio salvaje. En caso de liderar la empresa de Redmond, ¿sabrá ampliar el negocio de la movilidad?