Revista Infancia

Así tiene que ser el cepillado de dientes de tu hijo

Por Langelesdlsierra

Así tiene que ser el cepillado de dientes de tu hijo

El buen hábito de cepillarse los dientes tiene comienza desde la cuna, incluso cuando al bebé aún no le han salido sus primeros dientes, como recomiendan e insisten los odontólogos. Y no es de extrañar ante los datos que reflejan algunos estudios y que indican que la salud bucodental no es precisamente uno de los aspectos más cuidados por las familias españolas.

La caries es la enfermedad bucodental más habitual, tanto en niños como en adultos. Según la Encuesta de Salud Oral, realizada en 2010 por el Consejo de Dentistas de España, uno de cada tres niños de 5 a 6 años tiene caries en dientes de leche y uno de cada dos jóvenes españoles de 12 a 15 años en dientes definitivos. «Además de la caries, la enfermedad periodontal y las maloclusiones son otros de los problemas bucodentales más frecuentes en la infancia», explica Karen Romero, odontóloga del laboratorio de PHB.

El retraso en la edad de inicio de la higiene bucodental puede implicar problemas en el futuro. De hecho, la salud de los dientes de leche influye directamente sobre los dientes de los adultos. «Si un diente de leche se ve afectado por la caries y se pierde, también se pierde la guía para que posteriormente erupcione el diente definitivo. Eso da lugar a muchos problemas de mala posición de los dientes», advierte Romero.

Para no formar parte de esas estadísticas y conservar con buena salud sus dientes, existen unos cuidados y hábitos que podemos inculcar en nuestros hijos desde bien temprano. Karen Romero ofrece las siguientes recomendaciones:

Antes de los seis meses: A los dos o tres días de nacer el bebé necesita que le limpien la boca para eliminar los restos de leche materna o de fórmula que se quedan adheridos a las encías o a las paredes de la boca y que pueden favorecer la presencia de hongos. Para ello, se enrolla al dedo índice una gasita estéril, mojada con agua hervida o agua con manzanilla. Y se limpia la boca y la lengua del bebé muy suavemente. «La manzanilla da tranquilidad a la irritación que pueden tener las encías», afirma la odontóloga.

A los seis meses: Más o menos, a esa edad suele aparecer el primer diente de leche. Se puede seguir limpiando la boca con una gasita o ir incorporando un cepillo dental. El cepillo debe ser de cabezal pequeño, redondeado, sin ángulos , con filamentos redondeados y ultrasuaves. «Nunca hay que dejar al bebé solo con el cepillo, porque lo morderá y desprenderá los filamentos», añade Romero.

A partir del año: Han aparecido más dientes de leche y ya es necesario usar pasta dentífrica. Romero advierte que la cantidad debe ser mínima, «como una insinuación —dice— para la que ni siquiera hace falta enjuague». Por pequeña que sea la cantidad, esa pasta dentífrica lleva principios activos beneficiosos para la dentadura. «El princial es el flúor, un remineralizan que hace más fuerte la estructura dental, más resistente al ataque de las bacterias que causan la caries. Además, repara el diente y lo prepara para crecer», añade la odontóloga.

A partir de los dos años: El niño está preparado para aprender a enjugarse la boca. Así que se puede colocar en el cepillo pasta de dientes del tamaño de un grano de arroz y de forma transversal.

El cepillo de dientes: el mango debe ser grueso, no fino, porque el niño todavía no ha desarrollado al cien por cien la motricidad fina. Y el cabezal tiene que ser redondeado. Además, los filamentos serán suaves con las puntas redondeadas para que el cepillado pueda realizarse correctamente y sin producir ningún daño. El cepillo se cambiará cada dos o tres meses. «No obstante, hay que comprobar su desgate porque hay niños que muerden el cepillo y lo deforman antes», dice Romero.

—Los padres deben supervisar el cepillado dental de sus hijos.

Pasta de dientes: Karen Romero explica que lo más aconsejable es comprar la pasta de dientes para niños en la farmacia, donde el farmacéutico puede asesorar sobre los productos que hay en el mercado según la edad del pequeño. Y asegura que «la cantidad de flúor que lleve la pasta de dientes tiene que ser administrado de forma responsable por el profesional».

Lavado de dientes con Pocoyó

Los cepillos de colores y con dibujos ayudan a convertir el cepillado de dientes en un rato agradable. Sirve por tanto para instruir al niño en este hábito tan importante para el futuro», aclara Karen Romero. Para facilitar la tarea, el laboratorio PHB ha lanzado el kit Pocoyó de higiene bucodental para los más pequeños, con una divertida taza de regalo. El objetivo es convertir el momento del cepillado de los dientes en un rato agradable y ayudar a niños a partir de 2 años a iniciarse en el hábito del cuidado dental. El kit Pocoyó se compone de un gel dentífrico, un cepillo de dientes y una taza de regalo.

 

Fuente : ABC

 


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