Asistencias perfectas

“Pienso que los jugadores le estamos dando poca importancia a la pelota y que la estamos tratando cada vez peor. La tiramos a cualquier lugar, sin ningún sentido, sin intentar dársela a un compañero”. La realidad nuestra de cada día molesta a Juan Román Riquelme. No tolera el destino imperfecto de la pelota. El 10 de Boca se compromete con el toque prolijo y hace militancia en el tablero verde. Esta vez, volvió después de una lesión muscular y festejó el récord de 194 partidos en la Bombonera con un regalo de su estilo. JR le dio un pase quirúrgico a Emanuel Gigliotti y el delantero convirtió el 1 a 0 contra Quilmes. Hubo aplausos y ovación para el símbolo xeneize. Y en definitiva, otra imagen a su colección de asistencias. En estos videos, un repaso por sus pases de jerarquía. A disfrutarlo.

3 de diciembre de 2000. La presentación en sociedad de la Copa Intercontinenal había retumbado en la Bombonera. Después de ese éxito, el desafío era el Torneo Apertura y cerrar el año con la Triple Corona. El duelo contra San Lorenzo resultaba complicado y la tarde-noche se acercaba al 0-0. Hasta Riquelme puso la pelota bajo la suelo, encontró un hueco en la defensa del Ciclón y su toque maravilloso llegó a Palermo. El Loco fue efectivo, Román mediante, y firmó el triunfo 1 a 0 en el clásico.

11 de marzo de 2001. Quedaban diez minutos y Belgrano parecía quedarse con el festejo en la Bombonera. Con los defensores y los volantes adheridos en su área, cerraban todas las rutas. De pronto, la pelota llegó a Riquelme a pocos metros del arco. El enganche de Boca dio unos pasos, diagramó un camino diferente y su asistencia abrió a la defensa visitante. Omar Pérez, su socio creativo en aquellos tiempos, facturó en la red y los de Bianchi clavaron el 1 a 1. La solución, una vez más, estuvo en el cerebro de JR.

23 de septiembre de 2001. Bianchi había anunciado que no renovaría el contrato con Boca y Mauricio Macri tenía todo listo para pedirle explicaciones en conferencia de prensa. Antes del mano a mano verbal ante las cámaras, Riquelme le hizo un obsequio al entrenador. Su pase preciso sorprendió a los jugadores de Lanús y encontró a Walter Gaitán. El latigazo del volante hizo foco en la red y fue una devolución de gentileza con el enganche.

20 de diciembre de 2008. La tarde de verano ardía en el Cilindro de Avellaneda. Boca y San Lorenzo empataban 1 a 1 en un cruce del Triangular para definir el título. El saque rápido de Javier García llegó a Jesús Dátolo y el carrillero, rápido de reflejos, mandó el pelotazo para Riquelme. Podía darle directo al arco, aunque el 10 xeneize eligió otra opción: le dio un pase de primera a Palacio. La Joya cobró en efectivo y su festejo resultó clave para el título local de Boca.

8 de octubre de 2009. El segundo ciclo de Basile en Boca careció de brillo. Estuvo lejos del juego exhibido en su primera parte. Uno de los pocos momentos con fútbol de alto vuelo estuvo a cargo de Riquelme. Fue, otra vez, en la cancha de Racing. JR se conectó con Viatri y lo habilitó con un taco extraordinario. El delantero aprovechó esa asistencia mágica, perforó la red y lo festejó al estilo Topo Gigio. El mejor homenaje para JR.