Los clientes de Aspas Café, en Palma, saben que hay pocas limitaciones insuperables. Siete de los diez empleados del establecimiento, que también ofrece servicio de catering, son personas sordas.Cuentan con “pulsadores en las mesas”. “Al camarero le vibra un beeper que lleva en el cinturón” y recibe así la información de la mesa a la que debe acudir. Además, la cafetería dispone de una instalación de bucle magnético que permite a los trabajadores escuchar el sonido de puntos concretos y evitar el ruido ambiental. Se trata de un sistema de apoyo tecnológico, pero la comunicación va más allá. ”Tenemos muchos clientes fieles que se dirigen a los camareros vocalizando bien, y se pueden basar mucho en el lenguaje labial”.
http://www.aspasmallorca.com/
Revista Solidaridad
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