A la hora de acudir donde un abogado matrimonialista o abogado de divorcio, debes tener en cuenta unas recomendaciones que te damos con los años de práctica especialmente como abogados de familia podemos afirmar que formar parte de un gran despacho o de un despacho muy reconocido no significa ser el “mejor abogado”.
Sin embargo, manejamos todos los temas de abogados matrimonialistas, abogados divorcios además de abogados de separación, contando con los profesionales con mayor experiencia en el tema.
Es cierto que a veces sucede muy al contrario ya que existen ente podría dar nombres de abogados “prestigiosos” cuya actuación con el cliente y en tribunales resulta sencillamente vergonzosa. Eso sí, sus honorarios parece que justifican una gran labor profesional, cuando lo único que hacen es enmarañar y aumentar la conflictividad entre las partes, sin resolver absolutamente nada.
Ni qué decir tiene que también hay excelentes abogados de familia que son titulares de grandes despachos, al igual que estupendos abogados de familia que ejercen por su cuenta, cuyo conocimiento de la materia es impecable, y que además poseen ese sentido común tan necesario.
El mejor abogado de familia o abogado express es aquel que, aplicando el sentido común y sus amplios conocimientos, intenta resolver inicialmente la situación siempre mediante un acuerdo. Situaciones que manejamos gracias a la amplia variedad de profesionales especialistas en cada tema, lo que hace que sea muy fiable acudir a nuestros profesionales del derecho.
Es verdad, que el cliente es el que finalmente decide, aún en contra del consejo de su abogado, pero también es verdad que el abogado puede asesorar y decirle al cliente que se está equivocando, y si éste aún quiere continuar, debe ayudarle lo más posible para que no acabe estrellado, por eso nuestra asesoría personalizada.
El problema aparece cuando es el cliente el que posee ese sentido común, pero el abogado parece carecer de él. Por esto lo importante que tengas buena comunicación con los abogados matrimonialistas. Ello, unido a la falta de especialización, forma una bomba de relojería cuyo resultado será años de guerra judicial y de ingentes gastos económicos.