El único punto de contacto que tiene una bicicleta de montaña con el suelo son los neumáticos. Por este motivo es muy importante cuando nos dispongamos a cambiarlos tener en cuenta una serie de aspectos.
En función del neumático que se elija la bicicleta podrá tener un comportamiento totalmente diferente que si lleváramos otro neumático. Vamos a ver en qué tenemos que fijarnos cuando vamos a elegirlos.
Compuesto de los neumáticos
Este es el mismo concepto que se utiliza en los coches de competición. El compuesto es la dureza del neumático. Este concepto suele venir expresado con un número seguido de una letra.
Cuanto más bajo es ese número más blandos serán los neumáticos. Este tipo de neumáticos van a tener un mejor agarre que uno más duro, pero en contra se van a gastar antes, y por lo tanto habrá que cambiarlos también antes.
Tacos de los neumáticos
Los tacos van a formar el dibujo en el neumático. En función de la disposición y el tamaño de los tacos el neumático se comportará de una forma diferente según el terreno.
Los que tienen tacos muy separados y altos son específicos para terrenos húmedos o con barro, y aquellos que tienen los tacos muy pequeños y juntos son específicos para terrenos duros y compactos.
Balón del neumático
El balón es el ancho del neumático, y viene expresado en pulgadas. Cuanto más ancho sea proporcionará un mejor agarre pero también lastrará más a la hora de rodar rápido.
Suele ser habitual que en el neumático delantero se utilice un balón más ancho que en el trasero.
Aro rígido o plegable
Las cubiertas rígidas tienen ya su forma circular predefinada por unos alambres de acero que llevan en su interior, y las plegables en lugar de llevar esos alambres de acero llevan kevlar. El kevlar es más ligero que el acero y por ese motivo este tipo de cubiertas pesan menos, pero por contra son más caras.
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