Revista Opinión
Los recientes envíos al hilo del 50 aniversario de la Encíclica Humanae Vitae se han referido sobre todo a cuestiones antropológicas y de sentido común, no específicamente cristianas.
Sobre este último aspecto, un discurso del cardenal Robert Sarah en la Abadía de Santa Ana de Kergonan el pasado 4 de agosto aclara muy bien dichos aspectos propiamente cristianos. Se puede acceder al texto original francés en esta página.