21/08/2012 10:22:05
Julian Assange lleva dos meses en la embajada de Ecuador en Londres. Podría ser una cuestión de semanas o de meses años, pues según el presidente Rafael Correa, el fundador de Wikileaks, puede permanecer en la embajada de Ecuador de manera indefinida ante la negativa del Reino Unido de darle un salvoconducto para viajar a Quito.
Pero Assange no es el primer personaje importante que pide protección en una embajada. Existen algunos casos históricos representativos de personas que se han refugiado, hasta por más de 20 años en sedes diplomáticas. Veamos algunos de los que se encarga de reseñar BBC Mundo.
En diciembre de 1989 Estados Unidos invadió Panamá, y el gobernante de facto Manuel Antonio Noriega se refugió en la sede de la Nunciatura Apostólica, la embajada del Vaticano, de la capital panameña hasta que se entregó a las tropas estadounidenses el 3 de enero de 1990.
Durante ese tiempo, los soldados que rodeaban la embajada hicieron sonar a todo volumen música rock, y la primera canción fue Welcome to the jungle, del grupo Guns N' Roses. Muchos pensaron que la música estaba destinada a molestar a Noriega, cuya aversión al rock era popularmente conocida. Soportó 11 días y luego, al salir, fue tomado como prisionero de guerra por Estados Unidos.
En abril de 1992, el presidente afgano Mohamed Najibulá fue derrocado por los muyahidines y se refugió durante cuatro años en un local de la ONU en Kabul. Él y su hermano fueron ahorcados cuando el Talibán tomó la ciudad.
El general cristiano Michel Aoun se alojó durante 10 meses en 1990 en la embajada de Francia en Beirut (Líbano). Aoun fue expulsado del palacio presidencial tras una ofensiva sirio-libanesa. Tras el refugio en la embajada fue obligado a exiliarse en Francia, donde pasó 15 años.
Morgan Tsvangirai, primer ministro en la actualidad de Zimbabue, se alojó durante una semana en la embajada de Holanda en Harare en 2008, cuando era el jefe de la oposición y había renunciado a participar en la segunda vuelta presidencial debido a la violencia en su contra.
A fines de junio de 2009 el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, sufrió un golpe de Estado y fue sacado del país. Pero el 21 de septiembre volvió clandestinamente al país y se refugió en la embajada brasileña en Tegucigalpa donde permaneció hasta el 27 de enero de 2010, luego de la toma de posesión de Porfirio Lobo como nuevo presidente de Honduras.
El político socialdemócrata peruano Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador del partido Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), quien se refugió en la embajada colombiana en Lima en 1949. Perseguido por la dictadura de Manuel Odría, la reclusión diplomática de Haya de la Torre duró cinco años.
El tribunal de La Haya reconoció en 1950 el derecho de Colombia a otorgar asilo en su embajada sin la aceptación peruana, algo que más tarde dio lugar al Tratado de Caracas de 1954 y su Convención sobre asilo diplomático, que permitía a los estados receptores de refugiados calificarlos como perseguidos políticos.
El expresidente argentino Héctor Cámpora pasó casi cuatro años en la sede de la representación diplomática mexicana en Buenos Aires. Fue acogido en la embajada de México días después del golpe militar de 1976, lugar que sólo pudo abandonar con destino al país que le dio asilo en 1980.
El Gobierno británico ha insistido este lunes en que no concederá un salvoconducto a Julian Assange para viajar a Ecuador al tiempo que ha asegurado que trata de alcanzar una solución diplomática al conflicto.
«Bajo nuestra legislación, habiendo agotado todas las opciones de apelación, estamos obligados a extraditarlo a Suecia. Es nuestra intención cumplir esa obligación», ha dicho el portavoz del primer ministro británico, David Cameron, en un comunicado.
Downing Street ha asegurado además que continuará las conversaciones con el Gobierno de Ecuador y otros países para dar con «una solución diplomática» al caso del fundador de WikiLeaks.
El Reino Unido no ha variado su postura con relación al activista australiano, a quien sigue decidido a entregar a Suecia, como es su «obligación legal» por supuestos delitos sexuales, que él niega.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores reiteró hoy a Efe que el Ejecutivo continúa empeñado en una «resolución amigable» con Ecuador para resolver una situación que ha tensado las relaciones entre Quito y Londres.
Assange, de 41 años, lleva refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres desde el 19 de junio, cuando pidió protección al presidente Rafael Correa, cuyo Gobierno le concedió el pasado jueves asilo ante la «decepción» del Ejecutivo británico.
El activista, acusado en Estocolmo por dos mujeres de agresiones sexuales que él siempre ha negado, trata de evitar su entrega al país nórdico, autorizada por la justicia británica. Assange cree que desde allí será extraditado a EEUU, el país más perjudicado por las filtraciones de WikiLeaks, y donde teme que se pueda aplicar la pena de muerte.
En un comunicado emitido la pasada semana tras conocer la decisión de Ecuador, el Gobierno británico indicó que no acepta el principio de «asilo diplomático» y lamentó que «incluso en el caso de esos países que lo reconocen, éste no debería emplearse con el propósito de huir de los procesos regulares de los tribunales».
Con relación al «exhacker», «claramente esto está ocurriendo», agregó Exteriores.
Ecuador ha recibido el apoyo de los países latinoamericanos de UNASUR y el ALBA, y ha logrado convocar una reunión urgente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
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