El culto Assange no ha desvelado quién es tal individuo. Las apuestas son que es o bien Sancho Panza o bien Pancho Villa. Pero puede ser cualquiera porque este individuo oye campanas y no sabe dónde. También hay que entenderlo: vive en la embajada del Ecuador y los bolivarianos pueden volver loco a cualquiera, sólo hay que ver sus televisiones. Pero hay que tener en cuenta el timing, vamos, en lenguaje normal, el momento en que se producen estas declaraciones:
Què li passa a Assange? Ya se saben sus relaciones con el Russiangate de Trump. Diuen que la febre pronacionalista d’Assange ve perquè segueix instruccions de Moscou, que vol pressionar Madrid perquè Lukoil cierre una operación en el puerto de Barcelona que se le está poniendo difícil; algun dia algú ens ho explicarà. En fin, que lo del separatismo es ya un instrumento en el tablero geopolítico internacional, y eso es lo que nos faltaba para vivir en paz.Y claro, las redes sociales no han dudado en contestar:
Por cierto, Assange, desde aquí yo pido la independencia para los aborígenes australianos, que esos sí que fueron conquistados por tus antepasados presidiarios. Que aquí todos podemos meternos donde nada se nos ha perdido. La diferencia es que a mí no me paga Putin v yo sé algo más de historia de Australia que tú de historia de España.