Assassin's Creed: La Hermandad

Ya hace unos meses que salió este juego al mercado, pero aprovechando que la secuela de dicho juego saldrá a finales de este mismo año, hemos decidido traeros este texto sobre la última entrega de la franquicia del asesino por excelencia de los últimos años en el mundo del videojuego: Assassin's Creed: La Hermandad.
Hablar de Assassin's Creed: La Hermandad, es por supuesto hablar del diseñador Patrice Désilets, el cual ha visto nacer a esta franquicia desde la primera entrega, que se lanzara allá por el año 2007. Este joven diseñador nacido en 1971, es una de las principales cabezas pensantes dentro de Ubisoft, habiendo trabajado en proyectos de gran calado como el mismísimo Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo. Como es lógico, en toda la saga Assassin's Creed veremos este paralelismo entre las dos franquicias, bebiendo mucho los juegos protagonizados por el confuso Demond Miles de la saga del principe de Persia. Además, es tanta la unidad que existen entre ambas sagas, que incluso podremos ver algunos guiños dentro de los propios juegos, como es el ejemplo del penúltimo juego de Prince of Persia, en el que veremos cómo es posible jugar como si fueras Altaïr, el antepasado de Desmond en la época de las Cruzadas, o incluso ver el logotipo de la franquicia en algunas de las columnas del juego.
Tras haber vivido las desventuras de Altaïr en la primera parte de la franquicia y continuar las andanzas de las próximas generaciones de asesinos en el Renacimiento con Ezio, fue tanto el éxito comercial de esta última parte que Ubisoft se planteó hacer una secuela de la segunda parte, naciendo así La Hermandad. Además, a finales de este año, como hemos dicho antes, podremos adquirir en nuestras tiendas la ya definitiva última andanza de Ezio en consolas de sobremesa y PC, ya que con Revelations, se quiere cerrar la trilogía de juegos dedicados al florentino.
Adentrándonos ya en el juego en sí, nos encontramos con un juego que bebe directamente de la segunda entrega, viéndose las mismas mecánicas de juegos- aunque con alguna novedad-, un apartado visual esencialmente igual y un mayor apoyo a las misiones secundarias, misión que comenzaron ya ha realizar con la segunda entrega después de las grandes críticas que se vertieron sobre la primera parte.

Comenzando con la historia, el juego iniciara su periplo en el mismo instante en que dejamos a Ezio y Desmond en Assassin's Creed 2, lo cual hace para los amantes de la saga una gran delicia de inicio, ya que notas como todo lo que has hecho tiene su continuidad en el juego, sin notar haberte saltado ninguna parte. Pero aunque en un primer momento las sensaciones son buenas, estas decaerán bastante en el momento en el que te pones en la piel de Desmond Miles, que recordando las habilidades de sus antepasados, comienza a actuar acrobáticamente como ya lo hiciera Altaïr o Ezio. Un inicio pesado con Desmond, pero necesario, ya que a modo de tutorial te enseñarán las habilidades básicas del personaje tanto dentro como fuera del Animus, máquina que sirve para poder "recordar" los antepasados de tu vida y vivir sus historias en primera persona.
Una vez acabado este tutorial, nos encontramos con todos los elementos propios de la franquicia: escenarios gigantes, una recreación histórica muy cuidada - en esta ocasión veremos la Roma del Renacimiento, y unas habilidades dignas de cualquier trapecista del Circo del Sol.
Los problemas con los Borgias continuarán, como ya vimos en la entrega anterior, teniendo que recuperar el fruto de manos de esta familia, tanto dentro como fuera del juego, como ya se planteaba desde el inicio de la franquicia. Una historia simple, pero que conseguirá tener una escusa para hacerte continuar jugando por las tierras de Rómulo y Remo.
Como asesino de sangre que somos, continuaremos con las habilidades que ya conocimos: las dagas y dobles dagas ocultas, manejo de la espada... En fin, todas aquellas habilidades que ya ganamos en Assassin's Creed 2, retándoles algunas que te suministraba nuestro amigo Leonardo Da Vinci en el anterior juego, teniéndose que recuperar realizando una serie de Quest para que el inventor te volviera a suministrar con dichas habilidades, estando entre las habilidades necesarias que te suministra las dobles hojas ocultas.
A estas habilidades tendremos que sumarle la más importante dentro de esta entrega: La Hermandad. En el juego tendremos a nuestra disposición toda una legión de asesinos que tendremos que ir buscando para sumarlo a nuestras filas. Así, con un simple toque de uno de los gatillos, podremos mandar a que asesinen a nuestros enemigos, hacer que nos ayuden en una batalla o incluso mandarlos a hacer misiones fuera de las fronteras romanas, siendo esto de gran utilidad para mejorar las habilidades de nuestros "camaradas" y ganar así un poco de dinero.
Como ya vimos en la anterior aventura de Ezio, podremos mantener nuestra villa arreglando establecimientos y adquiriéndolos por un precio. Pero esta vez no será la pequeña villa de Monteriggioni, sino que tendremos que mantener la mismísima Roma. Esto nos proporcionará dinero y la posibilidad de comprar en tiendas que antes,simplemente, estaban cerradas.
Pero este juego no solo se ceñirá a las andanzas de Ezio, pudiendo controlar a su alter ego enla actualidad, Desmond Miles. Con él podremos realizar pequeñas misiones dentro de la propia villa de Monteriggioni, sitio donde estamos siendo conectados al Animus, pero siempre con unas limitaciones de tiempo preestablecidas por motivos de la trama. De todas formas estas pequeñas misiones no serán importantes dentro de la trama, siendo posible obviarlas.
Como hemos adelantado antes, tendremos muchísimas misiones secundarias dentro del juego que harán alargar unas cuantas horas nuestro juego, pero recayendo de nuevo en los mismos errores de repetición de fórmulas y mecánicas que no motivan mucho al usuario a realizarlas. A esta dilatación del juego, tendremos que añadirle su "innovador" modo multiugador, en el que tendremos que asesinar a un jugador concreto, pero también nosotros seremos los objetivos de otros jugadores, pero siendo fácilmente olvidable, debido a sus pocas posibilidades y su falta de variedad.
Técnicamente luce  bastante bien, teniendo especial mención la ambientación, que recrea de manera magistral los entornos renacentistas de la ciudad de Roma. De todas formas, puede que debido a lo basto de lo que tenemos en pantalla, volvemos a las grandes caídas de frames, popping y diferentes fallos gráficos endémicos de la saga.
Concluyendo este texto,  Assassin's Creed: La Hermandad, es una entrega que se vuelve imprescindible para todos los amantes de la saga, dando más de lo mismo y con algunas mejoras. Además a todos aquellos que sepan apreciar una buena ambientación y les guste poder recrear un momento de la historia tan importante como pudo ser el Renacimiento, este juego no puede faltar en su estantería. En cambio, si las anteriores entregas no llegaron a satisfacerte demasiado, no esperes que este último título llegue a cambiar tu opinión radicalmente, ya que Assassin's Creed: La Hermandad no es más de lo mismo, pero un poquito mejor.