
El poder de un pigmento natural que protege las células, cuida la visión y refuerza el bienestar general
Cada vez es más habitual que las rutinas de belleza incluyan complementos alimenticios. La llamada nutricosmética —productos que actúan desde dentro para mejorar el aspecto exterior— se ha consolidado como una evolución natural del cuidado de la piel. La astaxantina, un carotenoide de tono rojizo presente en ciertas microalgas, es uno de ellos. Su capacidad para proteger las células frente al estrés oxidativo la ha convertido en un referente entre los antioxidantes naturales más potentes conocidos, con una capacidad protectora hasta 8000 veces superior a la de la vitamina C. Por eso su nombre suena cada vez con más fuerza, tanto en el ámbito de la belleza como en el del bienestar.
Cuidado desde el interior
Cada día, la piel se enfrenta a factores que aceleran su envejecimiento: radiación solar, contaminación, estrés o falta de descanso. La astaxantina actúa desde el interior del organismo para reforzar la defensa celular frente a estos estímulos. Al reducir el impacto de los radicales libres, contribuye a conservar la elasticidad y luminosidad y a mejorar su apariencia con el paso del tiempo.
Su acción profunda la diferencia de otros antioxidantes más comunes, ya que protege las membranas celulares y mantiene la estructura cutánea más estable. Este mecanismo explica su incorporación cada vez más habitual en fórmulas que buscan resultados duraderos, más allá del efecto inmediato. Y aunque ha ganado su fama en el terreno de la belleza, sus beneficios van mucho más lejos.
Más allá de la piel
Los beneficios de la astaxantina no se limitan al aspecto externo. También ayuda a mantener el sistema inmunitario en buen estado, favorece la protección ocular frente a la luz azul y contribuye a mejorar la resistencia física y mental en periodos de mayor actividad.
Su acción antioxidante, al reducir el daño celular generalizado, apoya la recuperación tras el esfuerzo, ayuda a mantener la concentración y favorece una sensación de vitalidad más estable. En definitiva, se trata de un activo que une la salud y la belleza bajo un mismo principio: proteger las células para que todo el organismo funcione mejor.
Origen natural y eficacia comprobada
La astaxantina se produce de forma natural en microalgas que generan este pigmento para protegerse de la luz intensa y de los cambios del entorno. Esa misma función protectora se aprovecha hoy en fórmulas orientadas a preservar la vitalidad celular. El resultado es un ingrediente con respaldo científico y una proyección notable dentro de la nutricosmética actual.
La nueva Astaxantina de Aldous Bio
La Astaxantina en cápsulas blandas de Aldous Bio responde a esta tendencia hacia un cuidado más completo. Libre de aditivos innecesarios y elaborada con microalgas, cada cápsula aporta la concentración óptima de este activo natural. Perfecta para incorporar a una rutina de belleza consciente.
Los productos de Aldous Bio apuestan por transparencia, envases libres de plástico y fabricación en España. La Astaxantina Aldous Bio ya se encuentra disponible en aldousbio.com, y se pueden encontrar otros complementos alimenticios de la firma en Amazon, parafarmacias de El Corte Inglés, Carrefour, Decathlon o Herbolario Navarro.
El reflejo del bienestar celular
El cuidado de la piel empieza mucho antes de aplicar una crema. Hoy la belleza se entiende como un equilibrio entre nutrición, descanso y protección celular. La astaxantina simboliza esa nueva etapa de la nutricosmética: una forma de cuidar la piel y el cuerpo desde el interior, reforzando lo que no se ve para irradiarlo por fuera. Más que un antioxidante, es una herramienta para mantener la energía, la vitalidad y el aspecto saludable que reflejan unas células equilibradas.

