http://www.muchcine.com/2015/05/asterix-la-residencia-de-los-dioses-que.html
Sinopsis
Estamos en el
año 50 A.C. Toda la Galia está ocupada por los romanos… ¿Toda? ¡No! Una aldea
poblada por irreductibles galos resiste todavía y detienen siempre al invasor.
Exasperado por la situación, Julio César decide cambiar de táctica: como sus
ejércitos han sido incapaces de imponerse por la fuerza, será la misma
civilización romana la que se encargará de seducir a los bárbaros galos. Para
ello, ordenará construir al lado de la aldea una lujosa residencia para
romanos: “la residencia de los Dioses”. ¿Podrán nuestros amigos galos
resistirse a la tentación del dinero y el confort romano? ¿La aldea se
convertirá en una simple atracción turística? Astérix y Obélix tendrán que
esforzarse para frustrar los planes del César.
Ficha
Técnica
Título original: Astérix: Le domaine des dieux
Año: 2014
Duración: 82 min.
País: Francia
Directores: Louis Clichy y Alexandre Astier
Guión: Alexandre Astier, basado en el cómic homónimo
escrito por Rene Goscinny y Albert Uderzo
Música: Hubert Cornet
Crítica
Antes de que cineastas
como Claude Zidi o Alain Chabat mancillasen el buen nombre de Astérix con
propuestas cada vez más cutres y acartonadas, los padres del irreductible galo
temían claro que sólo la animación bidimensional podía ser realmente fiel a sus
icónicas viñetas. Así nacieron joyas como “Astérix el Galo” y, sobre todo, esa
obra maestra titulada “Astérix y las doce pruebas”, esta última dirigida por
los mismos que a cuatro manos dieran forma y fondo a los personajes del cómic.
Veinte años han pasado
ya desde su última aventura animada, desde aquella floja “Astérix en
América” que ya mostraba serios síntomas
de desgaste, pero que aún así seguía estando por encima de las adaptaciones con
actores de carne y hueso que llegarían unos años después. Los franceses parecen
haber aprendido la valiosa lección, como los españoles con Mortadelo y Filemón.
La mejor manera de ser fiel al original es volver a la animación, en este caso
tridimensional.
Y el resultado se nota,
para mejor. Con “Astérix: La residencia de los dioses”, los personajes de
Goscinny y Uderzo vuelven a tener el carisma de sus hermanos en papel. Astérix
vuelve a ser el aguerrido protagonista y no el acompañante. Obélix vuelve a ser
el bonachón de mirada tierna e infantil. La cinta vuelve a tener el aroma de
esos clásicos animados que durante medio cuarto de siglo llevaron a la Galia al
status que merecían.
Gracias a la animación
3D de altísima factura técnica, Astérix y Obélix pueden gesticular como nunca
antes lo habían hecho, tener el carisma que jamás tuvieron actores como Gérard
Depardieu para darles vida. Pero no sólo eso. Los cineastas Louis Clichy y
Alexandre Astier consiguen un nivel de fidelidad elevadísimo con respecto al
cómic, incluso en los momentos en los que se intentan distanciar del mismo y
tiran de libertad a la hora de adaptarlo. Hacia mitad de película, sus responsables
cambian el acto final de la historia original para hacerla más cinematográfica,
y aún así se mantienen fiel a su espíritu. Las referencias a “King Kong” o “El
señor de los anillos” se suceden sin que sientas que se pierde la esencia del
tebeo.
“Astérix: La residencia
de los dioses” viene a responder a la pregunta de los Monty Python de “¿Qué han
hecho los romanos por nosotros?” a base de agudeza e ingenio. Una aventura
entretenidísima que busca acercar a los más pequeños la obra de Goscinny y
Uderzo, y a la vez consigue contentar a los fieles seguidores del tebeo y a los
adultos de la familia. Tarda algo en arrancar, pero una vez lo consigue pisa el
acelerador y no lo levanta hasta el final. Gracias a ella vuelven los diálogos
punzantes, los juegos de palabras y esa mala leche revestida de aparente
ingenuidad con la que la cinta se burla del capitalismo, de las
reivindicaciones sociales, de los derechos de los trabajadores, de los nuevos
ricos o de la colonización. Por fin desde hace décadas, Astérix tiene la
adaptación que se merece.
NOTA:
7.5 sobre 10
@ElCinéfago
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Publicado por
Gerardo Medina Pérez