Revista Cine
Cubierto lo que he podido leer de la etapa clave de la Patrulla-X, debo hablar también de la etapa que me descubrió, antes, la verdadera magia de este equipo.
24 números y un Giant-Size (4 tomos de Marvel Deluxe: Astonishing X-Men editados por Panini, uno por cada arco argumental dentro de la gran trama general) a cargo de uno de mis autores favoritos y que conforman una de mis obras superheroicas favoritas, incluyendo, quizá, el momento de mayor euforia que me ha proporcionado un tebeo del género. Por enésima vez, gracias, Whedon.
La Patrulla-X es... complicada. La saga cinematográfica (cuya primera entrega ayudó a desarrollar Whedon, por cierto, aunque su trabajo se quedó literalmente en dos chistes), sin entrar a valorar su calidad, no traslada adecuadamente al gran público la esencia de este amplio sector del universo Marvel, de sus personajes ni del tipo de historias que ofrecen, creo que se notó cuando hablé de lo de Claremont. Así que este es uno de esos casos donde echarle valor y adentrarse en los tebeos es muy recomendable para cualquiera que tenga curiosidad.
Claro, ahora llega la gran pregunta: "¿por dónde empiezo?". Normalmente la respuesta ideal es "da igual, coge cualquier cómic que te apetezca y rellena huecos con Wikipedia", pero el caso de los mutantes es delicado porque no paran quietos. Así que si uno busca clasicismo, "esencia pura" que deje claro de qué va la Patrulla-X, una base tranquila para ir desarrollando desde ahí, y las cosas explicadas desde el principio, lo mejor es ir al ya comentado verdadero origen de la Patrulla-X tal y como la conocemos.
Pero hay otra opción, menos agobiante para un novato. Buscar una primera toma de contacto, más moderna, breve y concentrada, de lo que supone seguir a la Patrulla-X "en general". Algo más difícil de lo que parece desde hace unos años. Y por eso la etapa de Whedon destaca tanto y es tan recomendable. No es que empiece desde cero, pues recoge la situación tal y como la dejó Grant Morrison en 'New X-Men' a principios de los 2000 (y que debe estar bastante bien), pero a pesar de hacer numerosas referencias a lo sucedido ahí, Whedon explica lo bastante como para poder entender lo suyo.
Por lo demás, consigue que nos aclaremos recuperando y reintroduciendo a personajes clásicos de la etapa Claremont como son Kitty Pryde y Coloso, dando una sensación necesaria de "nuevo arranque" y marcándose en el proceso un muy bienvenido back to bassics con un estilo de tramas y caracterización de personajes clásico, icónico, al que es fácil acomodarse y que, alejado de eventos y crossovers, supone algo así como un cursillo intensivo e introductorio al espíritu más celebrado de X-Men que conmigo fue iluminador y que me preparó y animó para meterme con lo gordo, lo de Claremont, así como para seguir con mayor claridad las movidas de los cómics actuales.Así pues, veamos cómo y porqué esta serie me reventó la cabeza y cambió mi entendimiento de la Patrulla-X, que hasta ese momento consistía en las pelis, creo recordar que un poco de 'Ultimate X-Men' (quizá eso fue después) y algún cómic de Lobezno, que en mi cabeza seguía siendo el absoluto protagonista y único personaje realmente interesante. Je.
No puedo insistir lo suficiente en el shock que supuso. Y casi siento que esa era la intención de Whedon. No solo hacer su Patrulla-X dentro la continuidad comiquera sino mostrarnos un poco cómo haría él las películas. La recién llegada Kitty, tras unos años de ausencia, no solo supone una intencionada vuelta a las raíces, flashbacks nostálgicos y todo, para el lector veterano, sino que sirve como avatar del lector novato para reintroducirle al mundo de la Patrulla-X, teniendo muy en cuenta que quizá solo haya visto las pelis. Y una vez que nos pone cómodos, hace evidentes las diferencias en personajes y enfoque. Y aquí llegan las sorpresas. Superhéroes puros, que incluso comentan entre ellos que ya es hora de recuperar las mallas y salir a salvar vidas aunque no tengan relación con incidentes mutantes, algo que es imposible no interpretar como una pulla a la versión del cine. Aliens. Algo común en la Patrulla-X, claro, pero maldita sea, yo no lo sabía. Y sobretodo: personajes llenos de vida y humanidad, que forman una familia, que se levantan, se dan los buenos días y toman café en la cocina. Vale, esas cosas son detallitos. Lo importante está las relaciones entre ellos, en las interacciones. Y aquí la palabra clave es "conflicto". Todos lo tienen, tanto consigo mismos como con algún compañero. Y Whedon no deja pasar ni una oportunidad para ir matizando y evolucionando estas relaciones. Siendo las más importantes el romance entre Scott y Emma Frost, en este punto aún muy polémico por la reciente muerte definitiva de Jean y el pasado villanesco de Emma, y sobretodo, la lógica rivalidad entre Emma y Kitty. Enemigas por buenas razones que ahora están en el mismo bando. Una es el opuesto de la otra. Ellas son, quizá, la mayor sorpresa que me llevé. Porque me encontré con dos personajes que en el cine eran irrelevantes y aquí no solo eran excelentes sino que eran las verdaderas protagonistas de esta etapa, a lo largo de la cual se convirtieron en dos de mis personajes favoritos de Marvel. Así, de repente. Puntos extra para Whedon, además, por poner a dos mujeres en una dinámica típica de hombres en la ficción.¿Y Lobezno qué? Pues que Whedon sabe que es el favorito, así que prefiere centrarse en otros, dejando que Logan "solo" se dedique a molar lo indecible como personaje de apoyo que va a petarlo en cualquier situación que le ponga. Ya lo dije en el post de Claremont: es tan carismático que no necesita chupar cámara. Aquí aprendí cuál era el verdadero rollo de Logan.
¿Se va viendo porqué me abrió los ojos? Tened presente también que ni siquiera leía tantos tebeos como ahora, así que la sensación de "espera, ¿esto se puede hacer?" no solo era aplicable a los X-Men sino a los cómics de superhéroes. ¡Esos diálogos típicos de Whedon, que hasta entonces no conocía! Esa forma tan certera de exteriorizar a los personajes al tiempo que te hace reír con su consabida chulería y sus coñas envenenadas. Hoy ya me lo tengo muy aprendido, y sin embargo sigo sin saber cómo es que me gusta tantísimo su estilo. Simplemente logra engancharme y hacerme vivir sus historias como pocos. Normalmente se mueve en el medio cinematográfico, pero leído logra el mismo efecto. Con sus X-Men las páginas vuelan. Sus diálogos te llevan a ritmo vertiginoso y el increíblemente cinematográfico dibujo de John Cassidy logra que el dominio de Whedon para los cliffhangers, giros, gags, momentazos de euforia y puñetazos dramáticos, para la estructura, en definitiva, llegue a buen puerto con el ritmo adecuado.Aunque recupere un estilo argumental cercano a Claremont, el formato es muy diferente, debido a la brevedad. Más cine que serie de televisión. Aquí no hay tiempo para ir rotando, así que aunque cada personaje tiene lo suyo más o menos individual, todos están activos, repartiéndose el trabajo y "en ello" todo el tiempo. Cada arco, aunque tenga su inicio, nudo y desenlace, pone a los personajes en situación de clímax de principio a fin.
El primero, introductorio. Presenta todas las claves que se irán desarrollando a través de una trama, la de la cura para el gen mutante, autoconclusiva y que está más bien para dar pie al asunto de Breakworld, que será lo que marque la saga. Aun así ambas posturas con respecto a la cura están bien tratadas y reflejadas principalmente por Lobezno y la Bestia.Además, trae de vuelta a Coloso, que al parecer estaba muerto (eso del virus del Legado no lo he leído), y lo hace sin ambigüedades ni misterios, explicando claramente cómo es que está vivo, sin darle muchas vueltas. Lo agradezco enormemente.El segundo se centra en Peligro, la villana creada por Whedon, más que en los héroes. Una villana que parece un entrenamiento para el Ultrón que nos daría años después y que aunque es un concepto muy loco (la Sala del Peligro se vuelve mala, tal cual), está fabulosamente explicado y da para una historia tensa y emocionante de narices. Narrar la batalla con la Patrulla-X desde el punto de vista de la villana es brillante, permite ver al detalle las fortalezas y debilidades de los héroes, recurso que alcanza su cumbre cuando la cabrona da todos los pasos estratégicos para empalar con el mismo movimiento a Kitty y Peter (se curan, obviamente). Uno de los momentos que más me han impactado en un cómic, seguramente.Ah, en esta historia descubrí, junto con Cíclope, que Xavier es un poco bastante capullo.El tercer arco es quizá mi favorito porque es desarrollo de personajes A SACO. Tanto que lo que tengo que decir lo dejo para cuando hable de los personajes. Basta con apuntar, por ahora, que lo que hace con Lobezno es de GENIO, que Kitty y Coloso por fin se acuestan y que Emma y, una vez más, Kitty, por fin se dan de hostias. Jojojo.Sí que es verdad que me gustaría haber conocido todo el asunto de Genosha y saber quién era Cassandra Nova, pero es justo reconocer que Whedon me orientó lo necesario.La última historia ya es la culminación de todo, claro, y es pura aventura clásica de la Patrulla-X en un mundo alienígena. Toda la serie ha sido clasicismo pasado por el filtro Whedon, así que no es de extrañar que acabe así. Es aquí cuando no encontramos, como os decía al principio de todo, con "quizá, el momento de mayor euforia que me ha proporcionado un tebeo del género". Más adelante os lo cuento. El clímax, por su parte, también es tremendo, pero eso más bien me deja pocho.En fin, como apuntaba antes, Whedon consigue meterme en sus historias como pocos. En estos cuatro arcos, los momentos de reír, vitorear o exclamar ahogadamente y con los ojos como platos son habituales. Como en todas sus obras. Pero eso no viene por el argumento. Nunca es por eso, con este señor. Es por sus protagonistas. Vamos con ello.
La Bestia tiene el papel que me gusta en él. Creo que la Patrulla-X se beneficia de tener un cerebrito y no hay mejor opción. Hank me gusta y quiero que esté ahí siempre, pero no necesito más de él que el científico gentil, afable y de lenguaje y modales exquisitos en contraste con el animal en el que teme convertirse viendo su evolución física a lo largo de los años. Su crisis durante la trama de la cura es lógica y está bien desarrollada, y esa rivalidad que mantiene con la agente Brand (un nuevo personaje) acaba de forma... curiosa. Je.Pasando a Logan, como apuntaba aquí se queda educadamente en un segundo plano de gruñón guay porque no necesita más para dejarnos momentazos, como ese primer lanzamiento especial con Coloso después de tanto tiempo, y también detalles destacables. Llama la atención que parezca llevar peor que Scott la muerte de Jean, recriminándole incluso que esté con Emma. Ya sabemos que tiene unas normas de respeto muy férreas y particulares, así que para él supone "traicionar" la memoria de Jean.También destaco su rotunda negativa a que un Hombre-X, en este caso Hank, se plantee siquiera tomar la cura. Muestra la importancia que Lobezno da a la Patrulla-X como entidad y como símbolo de unos valores muy concretos en la lucha por la igualdad de los mutantes. E igual de revelador es que a pesar de las riñas, respete tanto, como un buen soldado, el liderazgo y los valores de Cíclope.Por lo demás, como dejé caer antes, atención a su desternillante regreso a la infancia en el tercer arco, gracias al cual vemos que incluso para el pequeño y asustadizo James Howlett el honor es lo más importante. La forma en la que se recupera es ORO.
Pero sin duda lo mejor es su faceta de mentor y entrenador de los chavales. En concreto, Lobezno siempre parece necesitar una pupila. La elegida es Hisako, Armadura, a la que hemos ido viendo desde el primer arco, y la escena en la que la convence de echarle huevos y ser una Mujer-X es una de mis cosas favoritas. Mirad, mirad.
Por su parte, Coloso está, lógicamente, un poco desubicado tras su periodo de ausencia forzosa y traumática, pero enseguida vuelve a ser el de siempre. Sencillo, bonachón y como demuestra al final, salvador a cualquier precio. De todas formas, en general su papel es un poco de Macguffin y, sobretodo, por fin, de "el novio de Kitty".
¡Sí, joder, claro que sí! Ya son mayorcitos, se acabaron los rodeos. Lo dije en el post de Claremont: yo vivo para estas cosas.
Y siguiendo con Kitty... pasamos a los tres grandes que marcarán la etapa, ella, Emma y Scott. Y de los tres, Kitty es la gran heroína de la historia. Whedon apuesta por hacer de Kitty una protagonista clásica que ya ha aprendido todo lo necesario y está lista para guiar la historia y tomar las decisiones clave. Básicamente, "nuestra niña se ha hecho mayor". Y todo el potencial acumulado como "la aprendiz" explota. Oh, sigue siendo ella. Graciosa, un poco patosa socialmente, algo melodramática y extremadamente idealista. Adorable. Pero ahora además lo peta. Y no improvisando y casi sin querer como cuando era adolescente, no, no. Ahora aguanta una jodida ANIQUILACIÓN protegiendo al resto del grupo.
"¿Eso es todo lo que haces... nene?". Oh, sí, se permite hasta imitar a Lobezno. Más de una vez.
Quiero decir. Hay que molar mucho para estar a la altura del homenaje a tan mítica viñeta. La sensación que despierta es la misma que cuando lo hizo Lobezno. Oh, y después le parte la cara a Emma.
Os pongo las escenas en sí porque hablan por sí solas. Su gran momento, sin embargo, sí requiere unas palabras. Porque salva la Tierra ella sola. A costa de su vida, a efectos prácticos. Y me encanta cómo lo prepara Whedon. Porque no lo prepara. Estamos acostumbrados a ver a superhéroes jugarse la vida, es su trabajo. Pero en teoría no saben cuál va a ser la definitiva, y nosotros tampoco deberíamos. Simplemente ocurre. Un día, una batalla como otras tantas es la última. Eso es lo que sucede aquí. Breakworld va a lanzar un gigantesco misil a la Tierra. Kitty se mete dentro por cuenta propia a estudiarlo e intentar desarmarlo. Algo rutinario. Pero se queda atrapada, y no es un misil que se pueda desarmar sino una descomunal bala. Intentar detenerla supondría matar a Kitty también. Y... ya está. Qué se le va a hacer. Nadie lo planeó, nadie contaba con ello. Pero es lo que hay. Y ella lo acepta. Va a morir...Salvo porque NO logran detener la bala. Se dirige a la Tierra, imparable. Y de nuevo, sin prepararse, sin planearlo... Kitty hace lo imposible.
Ajá, pasa la bala en fase a través del planeta. Toma ya. Kitty nunca ha sido un personaje "épico", pero aquí alcanza la liga de los grandes. Y el mazazo es que al hacer esta proeza... se pierde en el espacio, unida permanentemente a la bala, en fase. Oh, tiempo después la rescatarán, pero no en esta historia. Whedon termina su etapa sacrificando a la heroína principal. Sobra decir que me quedé a cuadros.La guinda es que quien estuvo ahí con Kitty en sus últimos momentos... es Emma. Cómo no. Así es como cierras la historia de forma redonda. Tras verlas odiándose todo el rato, un momento extremo en el que se ven tal y como son, un momento de conexión en el que ven que, por encima de todo, ambas son Mujeres-X, lo cambia todo. Y eh, no es que ellas hagan un mundo de ello, es má bien algo de lo que se da cuenta el lector. Las dos principales protagonistas acaban respetándose y ese es el verdadero clímax de la historia.
Así que ahora vamos a ver la parte de Emma.
La adoro muy fuerte. Tanto que me he animado a seguir leyendo a la Patrulla-X a partir de este punto básicamente por ella y su relación con Scott. Me encanta porque es una villana redimida que no por ello deja de ser soberbia, fría, borde, cínica, cabrona y agresivamente sexy. Me lo paso pipa con ella. Pero lo que me llega, lo que la hace un personaje jodido y triste al más puro estilo Marvel es su culpabilidad, esa que permite a una verdadera villana como Cassandra Nova sugestionarla para que se crea mala... ¡en contra de sus propios deseos!Oh, Emma putea a base de bien a sus compañeros en el tercer arco (sobretodo con la alucinación que le provoca a Kitty, que por otra parte muestra a esta como, efectivamente, una mujer de armas tomar), pero en cierto modo la que más perjudicada sale es ella. El sentimiento de autodesprecio y culpabilidad toman forma en esta parte de la historia con una suerte de personalidad múltiple sugestionada y/o semi-posesión psíquica parasitaria (!!!!) para revelar que debajo de esa actitud de puta ama está claramente acomplejada por un pasado maligno del que no cree que pueda librarse. Emma no es mala, pero ella no acaba de convencerse. Y lo más significativo de esto es que ella misma invite al equipo a Kitty, alguien que la odie y que puede hacerle frente si fuera necesario.Material güeno güeno, amigos.Su arco es quizá el que más se explora, pues va desarrollándose desde el inicio de todo, poco a poco. Y en el núcleo de todo ello, una certeza absoluta: que quiere a Scott de verdad. "Con todo su corazón de depredadora", como ella misma dice. Sin embargo, su relación es extraña durante los primeros arcos de la etapa, sospechosa. No solo por el juego con las verdaderas intenciones de Emma, que acaba resolviéndose de esa forma tan psicológica, sino porque cuesta entender que Scott la pueda ver como alguien adecuada para él. Ella misma se lo cuestiona.Entonces es cuando, como parte de su supuesto plan de villana forzada, deconstruye a Scott como persona.Y... hostia puta. Lo que sale de ahí.
Hablemos de Scott Summers y de cómo el trago que le hace pasar Emma hace, paradójicamente, que salga a la luz por fin la mejor versión de sí mismo y que finalmente se enamore de ella. Al fin y al cabo, lo que hace Emma es ponerle delante las verdades sobre sí mismo que necesitaba ver, por dolorosas que sean. Todas ellas perceptibles ya desde los tiempos de Claremont:
- Que Jean era mucha mujer para él. En todos los sentidos. No era la chica dócil y adorable que se suponía, sino un mujerón con ambiciones, poderes y deseos inalcanzables para un supuesto boy scout pusilánime como Scott. Aquí el que podía estar a su altura, quien Scott deseaba poder ser, era Lobezno, el mutante más chulo y favorito de todos en palabras de Emma, algo con una connotación un tanto meta que también es aplicable a lo que Jean debía sentir por él (digo "debía" porque me faltan datos de su relación).- Que Xavier lo eligió como líder precisamente para motivar al pusilánime, un chaval introvertido y siempre tenso y preocupado, un dramas. Ya he dejado claro en el otro post que Cíclope es de hecho un gran líder, superhéroe y protagonista, pero no es menos cierto que nunca parece estar a la altura de lo que él espera de sí mismo, que, a diferencia de Tormenta, no logra imponerse de forma, podríamos decir, majestuosa, como un Capitán América o un Mr. Fantástico.- Y finalmente, la gran revelación y aportación de Whedon al personaje, aunque no creo que nadie trabajase después con ello: que esa baja autoestima y preocupación constante, reflejadas en la incapacidad para controlar su devastador poder... es algo que se provocó él mismo. Emma llega más hondo que ningún otro telépata y nos muestra que de crío, justo cuando perdió a su familia y se activó su poder, decidió no controlarlo para tener algo que encarnase todos sus miedos e inseguridades y que lo mantuviese tenso, alerta y con necesidad de mantener a raya en el peor momento de su vida. Reprimió ese recuerdo junto con gran parte de su infancia, así que la cruz que le ha vuelto tan acomplejado y que por tanto le ha impedido desarrollar todo su potencial es autoimpuesta. Él creó su inseguridad, sin recordarlo. Pero ahora lo sabe. Y tras unas horas de bloqueo mental y aparentemente sin acceso a su poder, está listo para PE-TAR-LO.
No solo desentraña el plan de Cassandra Nova que está manipulando a Emma, demostrando su inteligencia y de paso hasta que punto ha conectado con su novia (por lo que a mí respecta mucho más que con Jean), sino que una vez trasladados hasta Breakworld para la traca final, me da... EL MOMENTO. Ese que llevo avanzando desde el principio. Una maravilla en tres actos con los que Whedon me conquistó del todo.El equipo está en una nave enemiga robada, contra las cuerdas. Scott da las órdenes: básicamente huir y esperar a que entre en juego un as en la manga solo mencionado ahora, Leviatán. Scott, el más prescindible por no tener su poder, intentará distraer al enemigo para dar tiempo al resto. Kitty deja claro de forma vehemente que no le gusta el plan.
Bueno. Obviamente le capturan. Tenían micros en la nave y han oído lo de Leviátan. Le torturan para averiguar qué es. Scott cuenta la verdad.
En este punto ya estoy gozandolo al ver el verdadero plan, totalmente opuesto al que querían que el malo escuchase. Una trampa que les ha salido a la perfección en la que Leviatán es un cebo inventado. Además, me parto de risa con las reacciones a la "interpretación" de Kitty. El momento "joder, me voy a reír" de Lobezno me mata. Bravísimo.Pero la situación de Scott sigue fatal. Prisionero e indefenso... ¿verdad?
VAMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOEn serio.En serio.No se puede ser más grande. Y eso lo digo tanto por Cíclope como por Whedon. Lo dicho, puede que sea mi momento favorito de un cómic superheroico. Absolutamente inolvidable. He detallado todo lo que hace de este uno de mis tebeos favoritos, pero esta es la guinda, ese momento que hace que la obra me marque. Una escena de pura felicidad.
Encima en contraste con la tristeza que vendrá poco después, ya explicada. Es más, tras la desaparición de Kitty, Scott, como él mismo sabía que iba a ocurrir tarde o temprano, vuelve a necesitar su visor, y por tanto algo que le haga estar en guardia. Siempre le quedará ese momento de claridad, tanto literal como espiritual. Tanto él como nosotros hemos visto quién es realmente, gracias a Emma. Cómo no va (vamos) a quererla.
Y con esto termino. De escribir sobre la Patrulla-X, no de leerla. Tengo claro que nada va a ser tan bueno como esto o lo de Claremont, pero hasta que saquen el 5º Omnigold de este, será inevitable engancharse a lo que llegó mientras y después de Whedon, sea bueno o malo, con especial interés en Scott y Emma, como apuntaba antes. He descubierto que la Patrulla-X me gusta lo bastante como para intentar no perderme nada. Pobre de mí.