Astrónomos decidieron aplicar la ciencia detrás de los estudios de Darwin para encontrar los parientes de nuestro Sol y los resultados son más que fantásticos.
¿Que tienen en común la arqueología, la biología y la astronomía? Bueno, todas son ciencias, terminan en "ia" y poco más. Pero unos investigadores de la Universidad de Cambridge pensaron que podía haber más en común entre estas ciencias de lo que pensamos y decidieron aplicar estudios basados en genética a sus investigaciones con el objetivo de encontrar estrellas con lazos familiares.
Aunque a la primera puede sonar a chiste, la verdad es que no lo es tanto. Si estudiamos las bases químicas que forman la vida, las cuales podemos resumir en el ADN, podemos saber de dónde proviene una especie en concreto. De hecho, este mismo estudio es el que nos permite saber quiénes son nuestros padres y hermanos y es el mismo estudio que se usa para demostrar la paternidad en casos en los que no se conoce con certeza.
Un grupo de astrónomos de la universidad de Cambridge pensó en estudiar las bases químicas de un grupo de estrellas para ver si estaban relacionadas entre sí, y descubrieron que, al estudiar las firmas químicas encontradas en las estrellas, fueron capaces de formar una especie de árbol evolutivo de las estrellas, el árbol genealógico de las estrellas, que muestran cómo están conectadas. Las firmas químicas en las estrellas actúan como las secuencias de ADN para los seres vivos. Este estudio es semejante al marcaje químico de las estrellas y forma la base de una disciplina a la que los astrónomos se refieren como arqueología galáctica.
La doctora Paula Jofre, una astrónoma de la Universidad de Cambridge, y su equipo escogieron 22 estrellas (incluyendo nuestro sol) y observaron su composición química, su edad y su movimiento para trazarlos en un "árbol genealógico estelar". Encontraron que las estrellas observadas podían ser trazadas en tres ramas del árbol, con unas pocas misceláneas que no encajaban con las otras. Se puede decir qué estrellas están relacionadas entre sí partiendo de su composición química, casi como si este fuese su ADN estelar. Si nacieron en la misma nube de gas entonces su composición química será similar.
Este estudio encontró que 8 de las estrellas observadas eran hermanos del sol. Los investigadores también sugirieron que algunas de las estrellas pueden haberse originado de otra galaxia que fue absorbida por la Vía Láctea.
Los elementos químicos fueron cuidadosamente medidos a partir de datos procedentes de espectrografías de alta resolución tomados con grandes telescopios ubicados en el norte de Chile. Una vez que las familias fueron identificadas usando el ADN químico, su evolución fue estudiada con la ayuda de sus edades y propiedades cinemáticas obtenidas de la misión espacial Hipparcos, el precursor de Gaia, la nave espacial orbital de la Tierra lanzada por la Agencia Espacial Europea que va casi a mitad de un proyecto de 5 años para mapear el cielo.
Gracias al creciente número de datos proporcionados por Gaia y la creciente tecnología que se encuentra en los grandes telescopios en tierra los investigadores quieren mapear un árbol completo de las estrellas de la vía láctea, una tarea que podría tomar varios años dada la cantidad de estrellas en nuestra galaxia, pero que ayudaría a entender la historia de las estrellas y tener una idea más certera de cómo se formaron.
Astronomers Made A Family Tree For The Stars In Our Galaxy
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Fuente: University of Cambridge