Astroturismo (o turismo astronómico) en Atacama, Chile

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“Bienvenidos a mi oficina”

Así fue como Danilo nos recibió a las puertas del observatorio astronómico dónde él trabaja, situado muy cerca del hotel Tierra Atacama (y perteneciente al mismo). El cielo es su oficina y realmente la conoce como la palma de su mano. Ingeniero en sistemas, estudiante de física y astrónomo aficionado, desparrama conocimiento cada vez que habla de las estrellas, las galaxias, las constelaciones y todo habitante del universo al alcance, o no, de su telescopio.
Danilo no es un caso raro por estas latitudes, sino todo lo contrario. La falta de nubes, de lluvias y de contaminación lumínica hacen del desierto de Atacama un lugar único para la instalación de observatorios y astrónomos. Y, por eso, los hay por montones y provenientes de varios países.

La visita comenzó con un video en un microcine, luego, estuvimos un buen rato en su oficina “a cielo abierto” imaginando “a ojo desnudo” lo que él nos contaba. Más tarde, entramos al observatorio y pudimos ver a través de un telescopio ultra profesional, varios de los cuerpos celestes a los que se había referido un rato antes. Lo que más me asombró fue ver a Júpiter y todos sus anillos “como si nada”, comprobando por mi mismo que existe, que es real y que su fama es cierta. ¿Será que siempre en mi vida adhiero al lema “ver para creer”? Cerramos la fría noche celestial con una reparadora taza de chocolate caliente “made in Danilo”, otra vez en el interior del microcine. Teníamos que recuperar la temperatura corporal que el frío de la noche del desierto nos estaba robando sin piedad. Volví al hotel con la sensación que más me gusta: irme a dormir con algo para recordar, y ese día, por lejos, será uno que recordaré siempre.

Proyecto ALMA

“Hoy, con los telescopios actuales, se puede ver a un hombre caminando en la Luna. Con ALMA, se puede ver el color de los ojos de un hombre caminando en la Luna”. ALMA es una sigla en inglés que significa Atacama Large Millimeter/Submillimeter Array o lo que es lo mismo en español Gran Conjunto Milimétrico/submilimétrico de Atacama. Es un conjunto de 66 antenas (radiotelescopios) de alta precisión ubicadas en el llano de Chajnantor, a 5000 metros de altitud, cerca de San Pedro. Es un proyecto internacional muy ambicioso: sólo la decisión del lugar donde instalarlo demoró 10 años. ¡Vaya uno a saber qué descubrimientos brindará semejante proyecto para el conocimiento de la humanidad! Espero que muchos.

Conocer este proyecto me llevó a buscar un poco más sobre la existencia del astroturismo o turismo astronómico. Sabía muy poco de su existencia, pero al parecer en Atacama hay varias opciones para realizarlo. No voy a nombrar ninguna empresa, porque desconozco la calidad de los servicios que prestan y quizás el equipamiento con el que cuenten no sea como el telescopio ultraprofesional del observatorio donde trabaja Danilo, pero las propuestas son variadas y la experiencia puede resultar muy interesante. No solo en San Pedro de Atacama y sus alrededores se pueden contratar estas excursiones, sino que también se ofrecen en otras localidades, como los Valles de Limarí, en Coquimbo. Creo que es una excelente idea para hacer con los chicos y disfrutar como si lo fuéramos: dejarnos asombrar por la magia de lo que nos rodea y que, seguramente, ni imaginamos.