Recuerdo esta Asturias de caminos sin asfaltar, carreteras perdidas, verde y gris, con esa humedad que calaba más allá de los huesos, en el recuerdo de mi infancia más lejana. Las instantáneas de entonces y de mi adolescencia temprana, fueron donadas al Pueblo de Asturias por el montañero Juan Ramón Suárez Rodríguez, ya fallecido. Gracias desde el recuerdo por habernos trasnportado a esa época inolvidable que plasma tan bien el automóvil -un seiscientos- debajo del hóerreo. Descanse en paz.