Revista Coaching
Una noche Nasrudin caminaba en solitario por una calle.De repente se dio cuenta de que unos cuantos hombres a caballo se dirigían hacia él. Su mente comenzó a trabajar. Pensó que podían ser asaltantes, que podían matarle. O que podían ser soldados del rey y que podían llevárselo para que prestara el servicio militar o cualquier otra cosa mala. Se asustó y cuando los hombres y el ruido de sus caballos se acercaron, se puso a correr y entró a toda prisa en un cementerio. Para esconderse se tumbó rapidamente en una fosa abierta.Los jinetes –que eran simples viajantes– se sorprendieron al ver a aquel hombre corriendo. Siguieron Nasrudin y se acercaron a la tumba en que estaba. Él estaba allí con los ojos cerrados como si estuviera muerto.Los hombres le dijeron:- ¿Qué te sucede?.- ¿Por qué te has asustado tanto de repente?.- ¿Qué pasa?.Entonces Mulla Nasrudin se dio cuenta de que se había asustado a sí mismo sin motivo.Abrió sus ojos y dijo:- Es algo muy complejo, muy complicado.- Si insistís en preguntarme porqué estoy aquí, os lo diré.- Estoy aquí por vuestra culpa y vosotros estáis aquí por la mía.Fuente: cuento tradicional Sufi.