Revista Salud y Bienestar

Ataca tu grasa mientras duermes

Por Sportfactor @sportfactor

Para bajar de peso gurús de la televisión y la farándula aconsejan “hacer más ejercicio” y “comer menos”, algo así como si acabaran de inventar la rueda…

Ataca tu grasa mientras duermes

Hay un principio en la lógica llamado el “el principio de la navaja de Ockham”, el cual nos dice más o menos que la solución más simple suele ser la correcta.  Es más, amplificando el principio, podríamos decir que si hacemos más ejercicio y comemos menos, aún perderemos más peso. Pero por desgracia este principio de la lógica no es tan simple.

Fray Guillermo de Ockham afirmaba que al hacer una elección, cualquier hipótesis que no marcara la diferencia o generará un cambio debía ser excluida, sin embargo, es vital incluir supuestos que sean pertinentes.

Debemos alejarnos del mundo de las liposucciones, balones gástricos, supresores del apetito, fármacos…etc, el cuerpo humano se adapta a su entorno. El nivel más básico de esta adaptación incluye la cantidad de alimento disponible, la cantidad de actividad necesaria para adquirir esa comida, y la cantidad de descanso que se puede obtener antes de tener que volver a buscarlo.

UNA ERA DE ESTÍMULOS

El sueño es una necesidad subestimada en la sociedad en general. De hecho, la sociedad a menudo premia a las personas que pierden horas de sueño con el fin de trabajar más horas o disfrutando de la “vida nocturna”.

No solo nos referimos al sueño que se pierde en una fiesta rave después de 3 días sin dormir a base de sustancias alucinógenas, también nos referimos a los miles de estudiantes que toman Rubifen para estudiar más horas.

Los médicos, enfermeras, policías o trabajadores nocturnos que toman Modafinilo o cualquier otro fármaco que aumenta el estado de vigilia.

Pero incluso a pie de calle lo vemos, no hace falta medicarse, a diario veo a cientos de adolescentes a las 3 de la tarde tomándose un red bull por placer cuando salen del instituto… ¿qué has estado haciendo ahí dentro que necesitan una dosis extra de estimulantes?

Este tipo de productos forman parte de nuestra sociedad y no les damos la más mínima importancia.

EL PASADO SIEMPRE FUE MEJOR

Antes de la era de la información, la mayoría de los trabajadores tenían un axioma “acuéstate temprano, levántate temprano y estarás más sano” Curiosamente los patrones de sueño de las épocas pasadas no eran demasiado diferentes a los actuales. Simplemente que el ocio se ha extendido y por supuesto el alumbrado eléctrico ha generado que muchas de las señales que nos indicaban la hora de ir a la cama (la oscuridad) hayan perdido su importancia.

Uno de los ejemplos más curiosos de este patrón lo viví hace años en una visita a un casino de las Vegas. Estuvimos toda la noche jugando y en ningún momento éramos conscientes de la hora. Por supuesto la luces siempre estaban encendidas y la ausencia de relojes reforzaba aun más esa sensación de día perpetuo.

LOS DATOS

En la última década la gente duerme un promedio de 60-90 minutos menos por noche. Esa diferencia de una hora no marca la diferencia a corto plazo, pero  si el déficit de sueño  se vuelve crónico, afecta de forma dramática a nuestros biorritmos y nuestra salud.

Ataca tu grasa mientras duermes

Varios estudios sobre la privación del sueño han encontrado una reducción de la función cognitiva (pensamiento),  cambios hormonales, cambios negativos en la presión sanguínea, empeoramiento de sensibilidad a la insulina, etc.

PRIVACION DEL SUEÑO Y OBESIDAD

La falta de sueño no se limita a aumentar los riesgos asociados con la obesidad. Varios estudios han asociado la falta de sueño con la obesidad, así como el síndrome metabólico, que incluye cambios negativos en la salud cardiovascular, sensibilidad a la insulina y cambios en las hormonas que promueven el almacenamiento de grasa.

Es más, existe  un incremento en el riesgo de desarrollar diabetes tipo II en personas que duermen menos de 6 horas por noche, en comparación con los que duermen entre 6 y 8 horas.

Para comprobar la relación entre el sueño y el aumento de peso, varios investigadores observaron la relación entre los efectos de dormir pocas horas y la ingesta de alimentos.

Hay un motivo más que obvio… a mayor número de horas despierto, más posibilidades de ingerir alimentos.

Como hemos dicho, nuestro cuerpo necesita dormir para que nuestras hormonas funcionen correctamente. Las dos hormonas principales que controlan el apetito son la leptina y la grelina.

La leptina nos dice que estamos saciados y nos envía las señales para dejar el tenedor sobre el plato y dejar de comer. La grelina es la “hormona del hambre”,  envía un mensaje a nuestro cerebro que nos dice que tiene hambre y necesitan comer para obtener energía. La falta de sueño puede alterar las hormonas que causan una disminución de la leptina y el aumento de la grelina… y eso es un problema….

Un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine (diciembre de 2004) descubrió que la restricción del sueño se asoció con una reducción del 18% en la leptina (saciedad) y el 28% de aumento en la grelina (hambre) en 12 sujetos masculinos sanos. El hambre y el apetito por los alimentos altos en calorías y que contenían altas cantidades de hidratos de carbono aumentaron 33 a 45%.

Ataca tu grasa mientras duermes

El consumo de calorías se descontrola. Para conseguir un peso saludable o perder peso es esencial comer la cantidad adecuada de calorías. Cuando nuestras hormonas están fuera de control y nuestro apetito se incrementa es difícil mantener el tamaño de las porciones y los antojos bajo control. La fatiga también le impide tener la energía necesaria para la actividad física. Incluso si vas al gimnasio, no esperes excelentes resultados si a parte de tu mochila, te acompaña la falta de sueño. Los entrenamientos son propensos a ser mediocres, además si nuestro sueño no es de calidad, las hormonas de crecimiento que están asociadas con el control de peso y el aumento de la masa muscular descienden y por si fuera poco, nuestro sistema innume también se ve afectado…es decir, un desastre en toda regla.

Conclusión

Si lo que queremos es estar sanos y mantener nuestro peso lo mejor es seguir unos hábitos de vida saludables que incluyan:

  • Deporte
  • Nutrición equilibrada
  • Descanso diario mínimo de 8 horas

Podemos considerar, estos tres principios como el triangulo de la salud.

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