Atalaya de Londres: El London Eye

El London Eye es una noria gigante, que se levanta en la ribera derecha del Támesis (en ese lugar, la ribera Sur), junto al puente de Westminster y (casi) frente al Parlamento y el Big Ben.

(El Parlamento con el Big Ben y el Puente de Westminster, desde la cápsula del London Eye. JMBigas, Agosto 2010).

Actualmente pertenece al Merlin Entertainment Group, que también gestiona, por ejemplo, Madame Tussauds y el London Dungeon. British Airways mantiene una posición de patrocinio, aunque en su origen poseía un tercio del capital.

El London Eye se construyó como parte de las celebraciones del Milenio, y fue abierto al público en Marzo de 2000. Se utilizaron para su construcción más de 1.700 toneladas de acero. Su rotación es muy lenta (unos 0,26 metros/segundo) y habitualmente no se detiene (pues se puede embarcar y desembarcar sin problemas). Sólo cuando hay que embarcar o desembarcar pasajeros discapacitados, se para por completo durante unos breves momentos.

Consta de 32 cápsulas muy amplias, con un banco central y visión panorámica a todo su alrededor. Caben, sin molestarse, más de veinte personas en cada cápsula. La rotación completa dura unos 30 minutos.

Inicialmente, se construyó con la idea de que fuera una atracción temporal por unos cinco años. Pero al final se impuso la cordura, y se ha convertido, de modo permanente, en una atalaya privilegiada de la ciudad, muy frecuentada por turistas, visitantes y residentes. De hecho, es parte fundamental de las celebraciones de Nochevieja en Londres, con fuegos artificiales, iluminación especial, y demás parafernalia festiva.

Subir al London Eye no es barato. En taquilla, la entrada cuesta la friolera de 17,95 libras (Agosto 2010). Pero es posible comprar entradas online por Internet algo más baratas (http://www.londoneye.com/es/TicketsAndPrices/). Dependiendo de las fechas, incluso se pueden conseguir por el entorno de las 10 libras.

La entrada incluye un audiovisual previo (unos cinco minutos de duración) en 3D (gafas incluidas) sobre la Noria. Le llaman 4D porque, en algún momento, hay pompas de jabón en la pantalla, y también en la sala. Puede que os mojéis un poquito.

Si el día está despejado (lo que en Londres no deja de ser una lotería), la experiencia del London Eye es inolvidable. Las vistas sobre toda la parte central de Londres son excelentes. Incluyendo el cercano Parlamento y el Big Ben, el puente y la Abadía de Westminster, las estaciones de Waterloo y Charing Cross, la más lejana City de Londres, St. Paul o el propio edificio de Norman Foster ("El Pepinillo", en 30 St. Mary Axe). Y, por supuesto, los edificios monumentales de la City of Westminster. Todo Londres a tus pies.

He preparado una Galería de 34 fotos, que incluye muchas vistas maravillosas desde la cápsula del London Eye. Podéis acceder a ella pinchando en la foto de la Noria. La colección reside en el servicio Google PicasaWeb.

Si no conocéis el London Eye, o nunca habéis estado en Londres, apuntaos esta cita ineludible. Londres es inagotable para el visitante. Y la Oficina de Turismo de Londres ha utilizado un slogan que reza: "When a man is tired of London, he's tired of life" (cuando un hombre está cansado de Londres, está cansado de la vida).

Os deseo que disfrutéis de esta atalaya privilegiada de la ciudad de Londres.

JMBA