Ataque duró siete días, el (USA, 1964)

 Título original: The Thin Red Line

Director: Andrew Marton

Guion: Bernard Gordon. Novela: James Jones

Música: Malcom Arnold

Fotografía: Manuel Berenguer

Género: Bélico

Reparto: Keir Dullea , Jack Warden. James Philbrook, Bob Kanter. Ray Daley. Merlyn Yordan. Kieron Moore. Jim Gillen. Charles Stalmaker. Steve Rowland. Gary Lasdun. Eddy King 

 Argumento

Un grupo de infantería del ejército de Los Estados Unidos debe desembarcar en una isla del Pacífico para tomar un lugar rocoso dominado por los japoneses.
El lugar no parece muy importante, pero las órdenes son de dominarlo a toda costa.
Esto propiciará una sangrienta lucha donde habrá muchos muertos en ambos bandos.
Y en el lado de los estadounidenses incluso entre ellos mismos hay "luchas", como las que mantienen constantemente un soldado un tanto alocado y rebelde con su sargento, un hombre de comportamiento ambigüo, que tan pronto parece un padre para los soldados como un ser sin escrúpulos.

Interesante film, guionizado por Bernard Gordon, que adapta la novela de James Jones.
El resultado es un film duro, con muchísima acción, que no abandona el muestreo de la diversa y compleja psicología del soldado en plena contienda de guerra.
Sus miedos, anhelos, valentía, sentido del honor, su rebeldía ante los mandos... todo ello queda reflejado en esta cinta, aunque a veces de forma un tanto extraña, como ocurre durante los pocos flash-backs que hay y donde vemos los pocos momentos que pasó el protagonista junto a su recién esposa.
La película es entretenida y bastante amena, aunque es cierto que casi todo el metraje es de acción, quedando los diálogos, brillantes por otra parte, completamente contextualizados en las escaramuzas sangrientas. Quizás hay demasiada acción, con momentos incluso de sadismo, aunque propios de una mente que comienza a traspasar esa "delgada línea roja", del que años después nos hablaría, por ejemplo, el gran Terrence Malick.

 
Buenas y muy intensas escenas de lucha y una competente banda sonora de Malcolm Arnold, que dramatiza aún más los terribles momentos en los que la vida puede acabar en cualquier instante.

¡Ah! Y destacar, cómo no, la brillante fotografía del maestro imagenero español Manuel Berenguer, uno de los grandes ("Bienvenido Mr. Marshall", "Condenados", "La Patrulla"...).