Visita al Castillo Negro – Atardecer en los Fortines del Ávila
Llegaba la hora de partir del Fortin de la Cumbre, dejando Jeep y Guardaparques atrás, con nuestra mochila en la mano, siguiendo la ruta de nuestros ancestros.
Abriéndonos paso dentro de la neblina, iniciábamos el ascenso al Castillo Negro, situado al lado del camino de los españoles.
Una primera parada para tomar y agruparnos, la tarde mostraba su guiño
Seguimos rumbo al Castillo, muecas y respiraciones entre cortadas por la falta de costumbre
Minutos después, habíamos llegado a la conquista de la famosa fortaleza que se pintaba de negro carbón para desaparecer entre las sombras
Creímos que dentro de tanta neblina, ni el naranja, ni el azul podrían ser apreciados. Sin embargo, la vida y el tiempo nos fueron dando una nueva visión:
La belleza no está a simple vista
Y poco a poco, fueron cediendo las horas:
Colores se iban pintando
Justo, en ese momento, nos fuimos reuniendo desde el tope del Castillo Negro; de un lado Caracas y del otro La Guaira, pero ninguna a la vista.
Amigos, desconocidos y guías de esta ruta, formamos una rueda para participar en un intercambio de regalos. Más allá de lo material, en ese momento se rompió el hielo y el cielo en perfecta interacción, conjugó sus colores más fuertes, las tonalidades que llegan al alma. Se trataba de ese ocaso que pescábamos, el Atardecer en los Fortines el Avila
Al terminar, un mágico silencio rompió la rueda y las miradas absortas quedaron, ante la grandeza de Dios noches previas al Fin de Año
De esto se trataba la ruta del Atardecer en los Fortines del Avila de Fundhea
¿Te unes?