Esté donde esté, no puedo resistirme a fotografiar un cálido atardecer. La siguiente, por ejemplo, es de mi viaje a Estados Unidos, en las cataratas del Niágara, con vistas a la frontera con Canadá, y a la silueta de la Torre Skylon.
A veces, el cielo encapotado me regala instantáneas como ésta:
O ésta:
Me encantan los tonos de ésta, y cómo se encuentran las luces del sol con la pequeña luna ascendente:
Me fascina cómo puede parecer que han pasado un pincel por las nubes:
Aunque todo esté ya en sombras, el sol prende fuego a las nubes de manera espectacular:
Y con la especial iluminación de un día de primavera:
Ver el cambio de tonos de este día, fue impresionante. Empezando por una tarde cualquiera, acabé viendo cómo se fundían los tonos fríos y cálidos sutilmente:
Y por último, la más reciente, de hace un par de días:
Es increíble poder vivir en un sitio tan bonito, en el que me siento como una mota de polvo en el vasto universo. Me siento muy agradecida de poder ver tanta belleza todos los días.
¡Y mil gracias al Blog del Fotógrafo por sus magníficos consejos! Las dos últimas, salieron a la primera =)