La atención al cliente y la excelencia del servicio recibido es un elemento clave en cualquier tipo de empresa. Hoy en día, no cabe duda de que las redes sociales nos permiten un acercamiento a los clientes, tanto usuales como potenciales, que puede ser clave en el éxito o fracaso.
¿Cómo utilizas tus redes sociales? ¿Qué servicios ofreces y cómo los estás proyectando? ¿Qué estrategia sigues?
Éstas deberían ser las primeras preguntas que deberíamos resolver. Plantear mal un objetivo suele ser el error más común.
La primera idea que nos llega a la cabeza es querer vender en las redes sociales. ¿Solo quieres vender? Tus clientes se irán. Un objetivo que aporta más valor a medio y largo plazo es la generación de engagement; crea una comunidad, conversa con tu público, preocupare de ellos y ellos se preocuparán por ti. Al final, no solo tendrás ventas si no también una marca poderosa.
Pero, ¿cómo creo una comunidad?… Una pista: más del 92% del contenido generado por las marcas en redes sociales son conversaciones. Pregunta, comparte, interactúa, da los buenos días, ayuda a los demás… en definitiva, usa la empatía.
Sin embargo, antes de lanzarnos a la piscina es conveniente analizar los objetivos de la empresa para partir de ellos y utilizar cada canal de acuerdo a sus ventajas y usuarios.
Según un informe elaborado por INITEC sobre el impacto del marketing digital en los consumidores, 2 de cada 3 usuarios tienen en cuenta las recomendaciones sociales de otros y el 66% valora la opinión de otros como Bastante Importante o Muy Importante antes de realizar una compra.
Sin embargo, uno de los datos que más ha llamado mi atención es que el 65% de los consumidores volverá a realizar una compra después de haber sido atendido en las redes sociales.
¿Todavía dudas de la eficacia de las redes sociales en cuanto a fidelización y atención?