Pero no os preocupéis porque vuelvo con ganas, con información, con cotilleos y con más cosas que os iré desvelando poco a poco. De momento me conformo con ir poniéndoos al día, que seguro que algun@ me habrá echado de menos a mí y a mi Coquito.
Sin embargo, hoy no me quiero ir por las ramas. Os traigo un tema que trae de cabeza a muchos padres, aunque no debéria ser así. Es la temida OPERACIÓN: QUITAR PAÑAL.
Parece que cuando nuestros hijos se acercan a su segundo cumpleaños y además coincide con la llegada del verano se convierte en una tarea obligatoria deshacerse del pañal, esa necesidad que nosotros hemos creado (pues el pañal no venía de serie en los bebés, no). Muchos que se hacen llamar "expertos" aportan fórmulas que consideran milagrosas para deshacerse de los pañales en uno o pocos días. Realmente considero que si un niño está verdaderamente preparado para este cambio, no hace falta ningún tipo de fórmula.
Quizá muchos piensen que he sido una madre realmente afortunada porque Coquito con 18 meses identificaba perfectamente cuando estaba sucia, o , si estaba sin pañal, sabía si iba a hacer pis. Pero desde que le quitamos el pañal con su consentimiento (cumpliendo justo los dos años), ya no hemos tenido que recurrir a él ni para dormir!
Yo creo que lo principal es determinar si nuestro hijo está listo para este cambio recordando que se mezclan factores físicos y psicológicos. Es resultado de un proceso continuo y evolutivo en el que se debería dar la autonomía del pequeño.
Deberíamos estar atentos a varias señales:
- Aguanta seco varias horas. Los bebés más pequeños hacen menos pis más a menudo. Lo lógico es que en la nueva etapa haga menos veces pis pero de mayor cantidad
- Diferencia y muestra su disconformidad por estar "sucio". Si te sabe avisar de que ha hecho caca.
- Reconoce las partes de su cuerpo.
- Le gusta colaborar contigo y no se niega a todo
- Puede comunicarse con la palabras, signos o expresiones para identificar si quiere hacer pis o caca.
- Le disgusta llevar el pañal y se resiste a ponérselo
- Muestra interés si nosotros también vamos al baño
- Tiene equilibrio y aguanta sentado.
- Empezar antes de tiempo, es decir, antes de que de señales. Esto alargará el proceso y no lo hará nada sencillo. Respetemos sus tiempos. Igual que hay niños que empiezan a andar antes del año, los hay que comienzan pasados los 15 meses y eso no supone ningún problema. No es una carrera.
- No estar informados y preparados.
- Tener expectativas equivocadas. Es muy difícil prever cómo será está transición y no podemos volcar nuestras expectativas en ellos.
- Empezar en un mal momento. No debería coincidir con la retirada del chupete, la llegada de un hermanito, dormir sólo en su cama.... es decir, ningún otro acontecimiento relevante para el pequeño.
- Abusar de los premios. Si un niño hace algo para obtener esa recompensa, no estamos favoreciendo su autoestima ni autonomía, sino la dependencia a hacer sus necesidades a la espera de algo que lo incentive.
- Castigar al niño cuando se hace pis encima para que cese esa actividad. Quizá me parece lo peor a hacer porque conlleva una humillación que considero muy contraproducente.
- Dejarnos influenciar por otras personas que nos apremien a retirar el pañal o que critiquen a nuestro hijo (sí, esto pasa).
Para ello podemos ayudarnos y mentalizarnos con tiempo de lo que podemos necesitar. AAsí que me gustaría daros unas ideas.
LIBROS Todas las historias ilustradas ayudan a los niños en diferentes periodos para poder comprender situaciones nuevas y desconocidas. Creo que los cuentos son un recurso efectivo y lúdico para guiar a los bebés en estos cambios. Yo aquí os muestro los tres libros que han marcado la diferencia
- Voy sola al baño. Lucía cuenta cómo ha decidio ir sóla al baño acompañada del sonido del pis, pedetes, tirar de la cadena, lavarse las manos y finalizando con una gran canción. Todo esto de manera muy visual. Yo creo que es el libro preferiro de Coquito con diferencia. De hecho ahora se ríe a carcajadas cuando se tira un pedete.....
- Marina ya no quiere llevar pañales / Edu ya no quiere llevar pañal. Son el mismo cuento en versión niño o niña. Igualmente muestra cómo ellos no quieren llevar pañal y su madre le ofrece unas braguitas o calzoncillos instándoles a sentarse en el orinal y sobrevellevando los escapes.
- Ya he acabado. Ilustra una historia graciosa en la que todos los miembros de la familia usan el váter y siempre tiran de la cadena. Es una libro que llama la atención como el primero por el afán de dar al botón del sonido de tirar la cadena.
ORINAL O REDUCTOR DE WC
Aunque nosotros nos hicimos con un orinal normal y corriente, pronto descubrimos entre algunos objetos que nos habían prestado unos familiares el orinal o váter en miniatura que véis en la imagen. A Coquito le resultaba muy incómodo sentarse en los orinales normales porque se sentía aprisionada y el váter de mayores le resultaba muy grande aún con el reductor, así que con este artilugio vio el cielo. Aún así, como fuera de casa no lo teníamos le fuimos dando otras opciones como era eleigr un reductor de una temática que le iba a encantar, Peppa pig. La verdad que a los dos días le daba igual que fuera un váter sin reductor, con reductor, orinal o cogida en la calle.... fue una gran suerte!!
JUGUETES
Es de gran ayuda tanto si nos encontramos con dificultades como si no el tener unos juguetes relacionados con el tema. Podemos enseñar a algún muñeco a cambiar el pañal y a sentarlo en el orinal o incluso optar por los que están de moda, Pee y Poo. Podéis leer algo más sobre ellos aquí o aquí (fan page) . Ellos tienen un papel importante como intermediarios para la comunicación e identificación de las necesidades para ir al baño. Dan una imagen positiva acompañándoles en este proceso.
Pee & poo (pis y caca)
BRAGUITAS DE APRENDIZAJE
Tienen el aspecto de unas braguitas y unos calzoncillos normales, los que les hace sentir mayores. Además son fáciles de subir y bajar para lograr esa autonomía que destacaba antes. Pero sobre todo les protege de "accidentes". Con ello quiero decir que llevan una capa muy fina absorbente que previene pequeñas fugas o escapes. Muchos niños avisan de que quieren hacer pis y se le salen unas gotitas. Con estas braguitas ellos se dan cuenta de la fuga pero no se nota exteriormete lo que les evita una verguenza mayor.
A mí personalmente me gustan mucho y me hice con un par de ellas. Las uso por la noche y cuando vamos en coche largo rato.
PACIENCIA, GANAS Y OPTIMISMO
Todo lo anterior hay que conjugarlo con grandes dosis de paciencia, optimismo y de confianza en nuestros hijos. Recordemos que fuimos nosotros los que en un principio les creamos la necesidad de usar pañal para nuestra comodidad, así que debemos ser consecuentes.
Yo estoy muy contenta con Coquito, y ella consigo misma. Ha sido un proceso fácil, demasiado fácil como diría el Papá. No he tenido que lavar ropas, ni fregar suelos porque no ha tenido escapes. Ella demostró su gran madurez de nuevo sorprendiéndonos con su entendimiento y responsabilidad.
Os deseo mucha suerte en el proceso!!!