Hace más de dos semanas de la explosión del Nagykörút de Budapest (en concreto en la avenida Teréz, en el portal 2-4), en plena noche de sábado, que hirió a los dos policías que pasaron junto al artefacto explosivo previamente colocado por un individuo, que se encuentra en busca y captura por la policía húngara. Pese a todo este tiempo, las numerosas imágenes y vídeos difundidos donde se ve al autor de este atentado, aún no ha sido detenido. El artefacto era de fabricación casera, al que se añadieron clavos para aumentar los daños, que fueron hallados en las inmediaciones.
Lugar de la explosión la noche del suceso.fotografía: index.hu
Lo que se ha averiguado durante este tiempo es que, tal y como se creía, fue una acción premeditada contra la policía. No en concreto contra la patrulla que pasaba junto allí (se descarta así, en principio, la teoría sentimental, ya que la agente herida era famosa en Hungría por participar en las campañas publicitarias de la policía debido a su buena presencia). Sin embargo, sus familiares y amigos cercanos no han reconocido al sospechoso. Los dos agentes heridos no recuerdan por el momento nada del suceso, aunque no se descarta que a medio plazo recuperen la memoria de aquellos minutos. Hace días que se encuentran fuera de peligro y abandonaron la Unidad de Cuidados Intensivos. También se ha descartado un posible origen islamista.
La teoría que últimamente gana más adeptos es de que el suceso esté relacionado con la extrema derecha, sobre todo porque la noche del atentado se cumplía el 10º aniversario de las manifestaciones y los violentos sucesos en Budapest tras el famoso discurso de Balatonőszöd. Para quienes no lo sepan, en Septiembre de 2006, después de que el Partido Socialista Húngaro ganase las segundas elecciones consecutivas, y con Ferenc Gyurcsány como primer ministro de Hungría, se filtró la grabación de un discurso a puerta cerrada protagonizado por el propio Gyurcsány ante la cúpula de su partido, en la localidad de Őszöd, en el lago Balaton, que se había celebrado unos meses atrás, donde en un lenguaje totalmente impropio de un discurso político y más apropiado para un kocsma, confesaba que se habían falseado las cuentas del país de cara a la UE, que el Estado húngaro se encontraba al borde de la bancarrota y que si la economía húngara aún no había colapsado era por la divina providencia. Con esto trataba de justificar delante de su Partido la necesidad de realizar una política social y económica totalmente diferente a la anunciada en la campaña electoral, es decir, que reconocía de forma abierta haber mentido descaradamente para ganar las elecciones.
No se sabe muy bien cómo, ni quién, pero el hecho es que alguien grabó este discurso y meses después se publicó en los medios. Ni que decir tiene que los días posteriores fueron un terremoto en las calles de las principales ciudades húngaras, especialmente en la capital, la gente salió a manifestarse, hubo incidentes y revueltas violentas, se asaltó la TV pública húngara e incluso alguien consiguió arrancar un tanque expuesto en una plaza de Budapest en una exposición sobre la revolución de 1956, (de hecho mucha gente consideró esos días como la revolución de 2006). Con el tiempo las cosas fueron calmándose, pero el gobierno quedó totalmente desacreditado.
En cualquier caso, retomando la noticia y el tema original de esta entrada, gracias a las múltiples cámaras de vigilancia de los comercios del Nagykörút, se han logrado mejores imágenes del autor del atentado, descrito por la policía como un varón de unos 20-25 años y 1,70 de altura, que vestía un gorro blanco de pescador, una sudadera oscura con gorro, pantalones grises, deportivas y una mochila de color azul comprada en Aldi, y que según testigos hablaba en húngaro. En las imágenes del anterior post se le veía caminar durante un buen rato por la zona donde luego colocaría la bomba y detonaría cuando pasaba la patrulla de policías. Previamente había entrado a un supermercado, donde se ha obtenido una grabación de buena calidad de el individuo. Después siguió caminando hasta Népliget, cambiándose de ropa dos veces por el camino: cambió el gorro de pescador por una gorra de béisbol, y una cazadora de color rojo, además esquivó las cámaras con mejor resolución del trayecto (con lo que se sospecha que el autor había estudiado la ruta de huída a la perfección). Allí se le pierde el rastro, probablemente tomó algún autobús, ya que allí se encuentra la principal estación de autobuses de Budapest, con muchos destinos internacionales, o bien pudo tomar un vehículo privado o un tren desde la estación de Ferencváros. En cualquier caso la policía aún no lo ha identificado, o al menos no lo ha hecho público, y el hecho de que sigan transcurriendo los días y apenas haya noticias resulta un tanto extraño.
También se ha considerado la posibilidad de que haya sido un ex-policía expulsado del cuerpo por motivos disciplinarios, o incluso un lobo solitario que hubiese sufrido violencia policial y buscase venganza. Veremos como termina finalmente esta historia y si finalmente se logra detener al sospechoso y conocer los motivos que le llevaron a cometer esa acción.
El autor del atentado, con la mochila portando la bomba en su mano derecha.
Fotografía mostrando la mochila donde probablemente llevaba la ropa para cambiarse tras la explosión.
El autor antes de la explosión (derecha) y tras cambiarse la ropa, con la cazadora roja y la gorra de béisbol.
Fotografía estraída de las cámaras de seguridad de un supermercado al que entró poco antes de la explosión.fotografías: index.hu
Por último dejo un vídeo del supermercado donde entró el autor del atentado antes de que hiciese explosionar la bomba, y del cual se extrajo la fotografía anterior:
http://indavideo.hu/video/A_FELTETELEZETT_TEREZ_KORUTI_ROBBANTOROL_KESZULT_UJABB_FELVETELEK?