El atentado del 17 de agosto 2017 en las Ramblas y Salou cada vez huele peor hasta el extremo que ya apesta. La actuación de los mossos fue correcta, pero la de la policía española, el CNI y la inmensa barbaridad perpetrada por PP, C’ y PSOE en marzo pasado impidiendo la investigación a fondo de los hechos, en especial de la relación entre el imán de Ripoll y el CNI da pie a conjeturas realmente muy graves.
El sumario hecho público recientemente por el juez encargado del caso alimenta todavía más las conjeturas.
“Sus sermones eran radicales. Hablaba abiertamente por el altavoz de la lucha armada y la Jihad, por la que se tenían que matar infieles” afirma la hermana de uno de los terroristas refiriéndose al imán Es-Satty. ¿Cómo puede entenderse que un imán que tenía una estrecha relación con la policía española, que ya estaba muy radicalizado cuando se inició su colaboración policial, lo que supone que era bien conocido por los cuerpos policiales, hasta el extremo de que se borró su expediente delictivo a pesar de que cumplió pena de prisión del 2010 al 2014, y además estaba en nómina del CNI que le pagaba un sueldo por ser informante, soltase soflamas alentando el terrorismo islámico sin que ni tan solo un simple micrófono oculto grabase las barbaridades que predicaba?. En notas anteriores referidas al Islam radical he afirmado varias veces que a menos que los países europeos se pongan a controlar el mensaje que se emite en mezquitas radicales, les están facilitando el trabajo a unos grupos que pretenden acabar con nuestra cultura y nuestras libertades, y determinar cuáles son las mezquitas radicales a controlar es relativamente fácil porque de entrada todas las que han sido financiadas por Arabia Saudita deben estar en la lista y en segundo lugar, los imanes radicales no se limitan a soltar su agresivo discurso en la mezquita, como ocurre con los muchos casos de imanes que han hecho públicos comentarios inaceptables para nuestra cultura, sin estar ni tan solo bajo control policial. Este es un trabajo imprescindible de seguridad que ni una sola policía europea lleva a cabo, y la policía española además establece una relación sumamente sospechosa con un imán extremadamente radicalizado.
Se ha confirmado que el Mossad (servicio israelita de inteligencia) precisamente por el discurso terrorista del imán de Ripoll lo tenían bajo observación, y unas dos semanas antes alertaron al CNI de un posible atentado con explosivos en Catalunya, pero esa valiosa información, que muy probablemente habría evitado el atentado, se quedó en el CNI, y nunca llegó a Catalunya y mucho menos a los mossos. En cualquier país serio esta barbaridad habría provocado una larga lista de ceses graves en el CNI. En España, como siempre no existen responsabilidades y no ocurrió nada.
Lo peor de lo peor del atentado, sobre todo teniendo en cuenta la total descoordinación que impidió evitarlo es la falta de una investigación seria, no solo de la actuación terrorista sino de la sospechosa actuación de los órganos de inteligencia y la policía española. En febrero de este año Ciudadanos presento una propuesta de una comisión de investigación que fue rechazada por todos los grupos, PP y PSOE porque no quieren ni oír hablar de investigar el atentado y los partidos catalanes y vascos porque la propuesta de C’ estaba dirigida a demostrar que la actuación de los mossos no solo no había sido correcta sino que eran los responsables de la falta de coordinación basándose en lo que posteriormente resultó ser un bulo montado por El Periódico: que los servicios de inteligencia USA habían advertido directamente a la Generalitat, situación harto improbable, del atentado inminente y al conocerse el hecho los mossos habían intentado destruir las pruebas de dicha información. ¿Ciudadanos planteando algo que aclare las cosas y defienda a la Generalitat?, ¡¡Por Dios!!, eso no va a ocurrir ni en mil años.
En Marzo de este año el Congreso rechazó una propuesta de ERC y PDCAT para investigar la relación entre el CNI y Es-Satty, y en el mismo mes Félix Sanz Roldan, director del CNI, fue interrogado por la comisión del Parlamento autorizada a tratar temas confidenciales, a puerta cerrada, y lo único que se informó fue que cuando se produjo el ataque terrorista ya no había relación alguna entre el CNI y Es-Satty porque lo habían considerado poco fiable. Debe ser por esta razón que alguien del CNI o de la policía se encargó de limpiar el expediente delictivo de Es-Satty hasta dejarlo blanco e inmaculado y sin rastro de sus años en la cárcel.
En Junio pasado quedó constituida en el Parlament una comisión para investigar la gestión pública antes, durante y después del atentado que sin duda va a tener serias dificultades para llegar a alguna conclusión válida.
Resultado: Piensa mal y acertarás.
Dos temas para acabar. En Rubí, cerca de Barcelona, se ha puesto en marcha la primera instalación de autoconsumo eléctrico de España. Se trata de un bloque de viviendas que genera energía a través de paneles solares promovido por la empresa Holaluz. La instalación se presentó para su aprobación en Julio de 2017, menos de un mes después que el Tribunal Constitucional anulase la prohibición del gobierno Rajoy, gracias a un recurso presentado por la Generalitat. A pesar de ello la autorización ha tardado más de un año y ha tenido que pasar por grandes dificultades. El impuesto al sol es una inmensa demostración de la corrupción política de este país. Fue establecido por Rajoy para evitar que la competencia de las instalaciones privadas menoscabase los inmensos beneficios que las eléctricas obtienen estafando a la ciudadanía con las tarifas más altas y el peor servicio del continente. Mientras en el resto del mundo se incentiva y alienta la producción privada de electricidad mediante energías renovables en España no está prohibida pero como si lo estuviera, y Pedro Sánchez sigue sin publicar la lista de los acogidos a la amnistía fiscal inconstitucional, sin suprimir la Ley Mordaza y el impuesto al sol, y actuando como Rajoy versión 2.0.
El que llamo el inMaduro ha copiado el método Erdogan que en julio 2016 montó un golpe de estado del que ya sabía por anticipado que iba a salir ileso pero le sirvió para ser el Califa de Turquía y acabar con todos sus enemigos sin bajar del autobús.