Sustituir ventanas por muros y tejas ilumina viviendas y consigue vistas panorámicas donde no las había.
Las reformas en edificios antiguos dejan aflorar a la superficie elementos arquitectónicos que ya no suelen formar parte de las construcciones modernas, un ejemplo son las vigas de madera en el techo de este fabuloso ático sueco.
Escondidas seguramente tras placas de escayola estas vigas sustentaban un tejado que ya tampoco existe en esta vivienda, ya que ahora son grandes ventanales el revestimiento elegido, para esta original cocina.
El efecto es bastante espectacular y crea un ambiente totalmente opuesto a lo que antes había, oscuro y encajonado. La habitación diáfana con la cocina y el comedor deja pasar el exterior dentro.
En resto del piso el techo es distinto, convencional, aunque por la inclinación se intuye que también hubo (o hay todavía) vigas escondidas. Para rematar lo más destacable de este ático, mencionar la terraza, otro plus, en una vivienda en la ciudad. ¿Qué os parece? ¡Feliz miércoles!