¿Conseguiré convencer a los escépticos de que en un piso pequeño una distribución diáfana aprovecha mejor el espacio? Espero que si, porque la diferencia es mucha.
Pongamos como ejemplo este ático con vigas de madera y ventanas en arco de sólo 55 m², si hubiera paredes dividiendo el espacio común (salón por una parte y cocina comedor por otra) con su correspondiente pasillo para acceder a cada habitación, estas tendrían un tamaño ridículo. A cambio de no separar el espacio, el ático gana en libertad de paso e iluminación natural que influyen directamente en la sensación de más amplitud sin dejar de ser acogedor. Una decoración ligera, con los muebles del tamaño adecuado y las piezas estrictamente necesarias hacen el resto. ¿Os he convencido? :) ¡Feliz miércoles!
Vía: Esny