ATLÁNTIDA FILM FEST | Crítica de “Court” de Chaitanya Tamhane

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Sección Atlas
Título original: Court. Director: Chaitanya Tamhane. Guión: Chaitanya Tamhane.
Reparto: Usha Bane, Vivek Gomber, Pradeep Joshi, Geetanjali Kulkarni, Shirish Pawar, Vira Sathidar.
Nacionalidad: India. Año: 2014. Género: Drama.
Premios:
Mejor Actor, Película, Premio FIPRESCI, Premio Signis – BAFICI
Mejor Película, Sección Orizzonti – Festival de Venecia
Valoración: 6
Aquí puedes ver la película en el AFF de Filmin

Chaitanya Tamhane nos trae una ópera prima con tintes de denuncia, cosa que ves totalmente normal tras observar cómo se ejecutan las leyes en la magistratura hindú, entrelazado con las historias personales de los implicados en el caso que rige la película.

Mumbai a día de hoy. Un poeta y cantautor que lucha por la libertad es absurdamente acusado de la incitación al suicidio, a través de la letra de una de sus canciones, a un trabajador. A medida que avanza el tiempo y el juicio, iremos cuestionándonos el sistema jurídico obsoleto e irracional que utilizan actualmente.

“Court” es una película diferente, lo que en un principio es un drama, acaba conviriténdose en un drama judicial realista. Vira Sathidar es nuestro poeta encarcelado injustamente por cantar sobre la libertad, básicamente, que estará condenado sin libertad condicional hasta que se resuelva si él es considerado impulsor o no del suicidio de un obrero de las alcantarillas.

El tiempo de la película se va centrando en las diferentes reuniones que se dan al celebrar el juicio, mientras tanto iremos viendo retazos del abogado defensor, Usha Bane, un rico idealista que intentará sacar al poeta de la cárcel, ya que tiene una edad avanzada y su vida se está deteriorando dentro. Por otro lado también nos centraremos en la vida de Geetanjali Kulkarni, abogada de la acusación, madre y esposa hindú, a la cual veremos trabajar y llevar las riendas de su casa. Por último también tendremos momentos de la vida del juez, Pradeep Joshi.

La película usa un humor muy particular para enseñarnos de forma inteligente y reivindicativa la forma de ejecutar la ley allí, de forma muy detallada, cuestionando el sistema judicial obsoleto e irracional que utilizan para impartir justicia o seguir encarcelando alguien que está en contra de lo que ellos defienden. Hasta ahí bien, pero 116 minutos para enseñarnos esto y acabar un poco como empezamos, es mucho metraje a considerar. Dejando de lado el tema judicial la película no nos enseña nada más, se centra en enseñarnos eso y ya está, por lo que se podría haber quedado en un documental y a lo mejor hubiera tenido un desarrollo más “agradable”.

Resumiendo, para ser la última película que vi del ‘Atlántida Film Fest 2015’ tampoco fue para tirar cohetes, son casi dos horas de temática judicial, con una trama simple pero desarrollada hasta límites algo aburridos en los que desde un principio sabemos que la ley allí es vergonzosa, por lo que hay mucho metraje inútil.

Crítica: María José Diaz-Maroto