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Sección FronterasTítulo Original: District Zero. Director: Jorge Fernández Mayoral, Pablo Tosco, Pablo Iraburu. Guión: Jorge Fernández Mayoral, Pablo IraburuEspaña. 2015. Documental.Valoración: 7/10Aquí puedes ver la película en el AFF de Filmin
Maamun Al-Wadi, abre las puertas de su tienda todas las mañana, es un diminuto contenedor blanco. Al lado hay otro idéntico y así sucesivamente hasta completar uno de los mayores campos de refugiados, en Zaatari, Jordania, donde conviven más de 80.000 personas de los casi 4 millones de desplazados. Maamun repara móviles e imprime recuerdos, ya que todos los móviles que les llegan están repletos de los momentos vividos en Siria, que no saben si algún día volverán a vivir y sus dueños quieren conservar.
Jorge Fernández Mayoral, Pablo Tosco y Pablo Iraburu, nos acercan a la tragedia de los campos de refugiados a través de este proyecto de Intermon Oxfam, donde a través de conversaciones entre Maamun y la gente que le rodea, vemos cómo es la vida allí en el campo de refugiados y también como están las cosas en Siria. Una mirada absolutamente abrumadora, que no te dejará indiferente, donde las reflexiones a las que llegan, son bastante duras.
Un documental totalmente recomendado para ver lo que tenemos a la vuelta de la esquina, pero preferimos vivir con los ojos cerrados, mientras que no nos molesten, nosotros y nuestros problemas son suficientes, el prójimo que se apañe como pueda. Es cruel, pero es la verdad de las sociedades de hoy día, así que insto a ver el documental “District Zero” para ser conscientes de que aunque no sea nuestra situación, no debemos ser ajenos a ella, ya que todos merecemos vivir con dignidad.
Sección GeneraciónTítulo Original: Toto si surorile lui. Director: Alexander Nanau. Guión: Alexander NanauRumanía. 2014. Documental.Valoración: 7/10Aquí puedes ver la película en el AFF de Filmin
Documental producido por HBO Europa protagonizado por un niño de 10 años. Toto, reside en un barrio marginal de las afueras de alguna ciudad de Rumanía, vive en una casa con sus hermanas, ya que su padre les abandonó y su madre está en prisión por asuntos de drogas. Es un niño perspicaz que intenta aprovechar lo que el mundo le ofrece, va a la escuela, aprende a escribir y a leer y tiene como pasión bailar, cosa que veremos como desarrollará durante el documental.
“Toto y sus hermanas” se centra en los tres hermanos, Toto, que es el chico de la familia, su hermana Andreea, de 14 años y por último su otra hermana, Ana de 17 años. Los tres están solos, viviendo en una habitación de un edificio rodeados de pobreza y miseria. Los hermanos de su madre van a “cuidarlos” a su casa, aunque en realidad van a drogarse y trapichear. La mayor también ha caído en las drogas y hasta da un paseo por la cárcel porque es pillada en una redada y al salir jura cambiar, otra cosa es que lo consiga. Por último la hermana del medio, al principio bastante despegada de todo, incluido sus hermanos, se va dando cuenta de que si quiere vivir, tiene que cambiar de vida y decide ingresar en un orfanato y llevar junto a ella a su hermano.
El documental es brutal, tanto por las imágenes que nos muestran de la forma en la que viven, como por el futuro de miseria que les espera como no le tiendan una mano y estén dispuesto a cogerla con todas las consecuencias, porque la vida que llevan no es para aferrarse a ella y eso lo sabe tanto Andreea como Toto, y ambos tiene el suficiente conocimiento de que aunque su madre salga de la cárcel, ellos deberán anteponer sus vidas a la vida familiar, ya que eso sería dar un paso atrás y dejar un lugar donde ahora son relativamente felices y unidos.
Es interesante, pero sobre todo desolador, lo que nos muestra Alexander Nanau, en donde nosotros somos meros espectadores de un día a día del que no tenemos un conocimiento real, sabemos que existe, pero que está en otro sitio, pero como todas estas situaciones, están más cerca de lo que realmente creemos y tenemos una gran habilidad de cerrar los ojos y dejarlo pasar, y siempre es bueno que nos den un baño de realidad para apreciar lo poco o lo mucho que tenemos en nuestras vidas.