Los amantes del buen cine habréis notado que el título de este artículo se corresponde con el de una famosa película protagonizada por Bill Murray, en la cual un personaje se levanta un día tras otro siendo siempre la misma fecha: EL DÍA DE LA MARMOTA, un festival norteamericano en el que este simpático animal pronostica el final del invierno.
Sus frenéticos esfuerzos por tratar de romper este círculo le resultan en vano, y haga lo que haga, intente lo que intente cambiar, a la mañana siguiente vuelve a despertarse siendo ese mismo día...UNA Y OTRA VEZ.
¿Y tú, vives tu particular día de la marmota? ¿Te ves atrapado en una realidad que parece serte impuesta desde fuera, sin que tú puedas hacer nada para cambiarla? ¿Te levantas cada día resignado al día que tienes por delante, preso de una vida monótona y repetitiva? Si es así, tengo que decirte que, aunque pueda parecer que no, nuestro particular día de la marmota puede ser cambiado DESDE EL MISMO MOMENTO EN EL QUE NOSOTROS LO DECIDAMOS. ¿Quieres saber cómo? Intentaré darte algunas claves.
En mi opinión, el aspecto más importante sobre el que tenemos que reflexionar aquí es aquel relacionado con una palabra cotidiana por desgracia muy presente en nuestras vidas. Esa palabra no es otra que la palabra MIEDO.
Tenemos miedo a probar nuevas alternativas: miedo a tomar un camino distinto al ir al trabajo por si no llegamos, miedo a hablarle a esa persona que se cruza en nuestra vida por lo que pueda llegar a pensar, miedo a pedir un plato distinto en nuestro restaurante favorito por si no nos gusta, miedo a cambiar de restaurante por si no acertamos... En definitiva, TENEMOS MIEDO A CAMBIAR Y A ABANDONAR NUESTROS VIEJOS HÁBITOS, porque creemos que lo único seguro es aquello que nos ha dado buenos resultados en el pasado.
Considerar esto es precisamente el primer paso para no repetir nuestra vida continuamente. Si comenzamos a asumir que somos nosotros mismos los que, con nuestras creencias, pisamos el freno de nuestro crecimiento, nos daremos cuenta rápidamente de nuestro enorme poder para MODIFICAR NUESTRA REALIDAD.
No olvides que somos nosotros y sólo nosotros los verdaderos dueños de nuestra mente, por lo que en nuestra mano está el hacer o dejar de hacer, el elegir o dejar de elegir, el arriesgar o reservar. No le echemos la culpa a los demás o a nuestra dolorosa historia personal. Eso ya no te sirve, pues cada idea negativa que te repitas no es sino una piedra más en la mochila de tu vida. Sólo cuenta el ahora, lo bueno que hay en nosotros y lo que podemos aportar. Olvida los mensajes negativos, vengan de donde vengan, pues desde el mismo momento en que dejes de creerlos, estos se disolverán como el azúcar en una taza de café.
Por todo esto y para salir del círculo, hoy te animo a que CAMBIES. Comienza por pequeños detalles como usar otra colonia, cambiar de ropa, cepillarte los dientes con la otra mano, ver películas distintas, leer libros distintos, tomar otros caminos para ir a los sitios... para luego pasar a cambios más difíciles como ir a restaurantes distintos, pedir platos distintos, hablar con personas con las que te de reparo hablar e incluso cambiar de trabajo si fuese necesario.
Cuando adquieras experiencia en esto, tu vida se convertirá en un manantial de sabiduría, pues se llenará de personas y circunstancias que te resultarán mágicas.
¿Mi consejo? NO ESPERES NI UN DÍA MÁS PARA COMENZAR A SALIR DEL DÍA DE LA MARMOTA