Atrapado por la luz azul de Chauen

El fotógrafo gaditano Jesús Botaro fue por primera vez a la ciudad marroquí de Chauen hace cuatro años. Desde entonces su vida artística ha estado ligada a este hermoso pueblo pintado de azul añil. Allí conoció a varios artistas locales, sobre todo pintores, y se dio cuenta de que apenas se trabajaba el tema de la fotografía. Fue uno de sus amigos de allí, Mohamed Hakoum, el que le animó a enseñar lo que sabía a los jóvenes del pueblo.
Botaro se puso manos a la obra y así comenzó su primer curso, un taller “muy básico porque, de los veinte alumnos participantes, tan sólo cuatro tenían una cámara compacta”, explica el fotógrafo.
Desde entonces, sus trabajos allí no han cesado, hasta que hace pocos días participó en I Festival Chefchaouen International de la Photographie 2013, en el que ha dado talleres y ha expuesto algunas de sus obras.
“Hace unos cuatro años, en Chauen no se hablaba de fotografia, sólo de pintura. Había buenos artistas pintores, pero salvo los que tenían estudio, poco aficionados a la fotografia. Empecé realizando talleres gratuitos hasta que han podido obtener un poco de nivel. Estos alumnos son algunos de los que han expuesto en este festival”, explica Jesús Botaro.
El pueblo de Chaouen le ha agradecido esta importante labor nombrándolo ciudadano de honor y tributándole un homenaje en el curso de este festival fotográfico, en el que han participado artistas de países como Francia, Bélgica y España, además de marroquíes. Durante este encuentro, también se ha proyectado un vídeo de la colección de fotografías del Ayuntamiento de Alcobendas, que Jesús Botaro ha conseguido para que se pueda ver allí. “Se trata de una colección de 800 fotografías, la mayoría de ellas premios nacionales, que yo quería que vieran para que tuvieran una idea sobre lo que se hace en otros lugares”, señala.
Para Botaro este nombramiento ha sido “toda una sorpresa” y está muy orgulloso de cómo le han acogido en un pueblo donde “todavía la gente es aunténtica, está arraigada a las tradiciones, donde se respeta a las personas mayores…”.
Botaro llegó a Chaouen después de pasar por otras ciudades marroquíes como Tánger o Asilah: “Yo había estado haciendo fotos en las Alpujarras y me dijeron que en Marruecos había una ciudad que se parecía mucho a esa zona. Me decidí a ir. La verdad es que aquello es un auténtico paraíso para un fotógrafo. Las casa todas pintadas de azul, la luz…me gustó mucho. Luego empecé a conocer gente y a volver con frencuencia”.
La ciudad se ha convertido en un punto de referencia para él, y él en un punto de referencia para los habitantes del pueblo aficionados a la fotografía. Es tal su arraigo en esta zona que ha sido el encargado de realizar las fotografías del libro que el ayuntamiento de Chaouen regala a sus visitantes ilustres.
En este momento, además de participar en el I Festival Chefchaouen International de la Photographie 2013, tiene una exposición con imágenes de este pueblo marroquí en el hotel El Califa de Vejer de la Frontera, ciudada hermana de Chaouen. En principio estaba previsto que se cerrara a finales de mayo, pero ha gustado tanto que se prorroga un mes más.
Artículo escrito por María Ángeles Robles
Fuente: indecadiz