Revista Viajes

Atravesando el Death Valley

Por Oscar Oscar López Castedo @oscarcastedo

IMG_2860_2Imaginad una temperatura entre 45-50 grados. Un viento seco y cálido. Tierra, montañas y rocas hasta donde alcanza la vista, con solo una vegetación dispersa y sedienta de un agua que no es frecuente que aparezca. Destino, el Death Valley entre los estados de Nevada y California. Saliendo de Las Vegas hacia la I-15 North hasta la salida por la US95N (dirección Reno). Siguiendo esta ruta, en la pequeña localidad de Armagosa Valley, hay que desviarse por la US373. Conviene asegurarse de llevar el depósito de gasolina lleno antes de entrar en el Death Valley, ya que una vez dentro del Parque no hay gasolineras.

US190 en Death Valley

US190 en Death Valley

Interminables rectas cuyo final lejano es como una luz al final de un túnel infinito de asfalto, y si alguna curva se asoma durante el camino proporciona una alegría inusitada al que conduce, rompiendo la deseada monotonía. A través de esta carretera abandonamos Nevada para adentrarnos en el estado de California, el estado más rico del país. En ese momento la US373 se convierte en la US127. Nos dirigimos a Death Valley Junction donde viramos hacia la US190. Nos adentrábamos en uno de los lugares más inhóspitos de la tierra y se percibía en el paisaje que teníamos a nuestro alrededor.

Como Parque Nacional es necesario tener la entrada para recorrerlo, pero la realidad es que sólo hay una caseta, sin ningún guarda, donde hacer el pago y con información sobre el recorrido. Unos baños malolientes nos recordaban que el ser humano llega y deja su marca en los rincones más remotos. Si tienes el pase anual de parques, puedes colgarlo en el retrovisor central, por si en algún momento os cruzáis con algún funcionario. Nosotros tuvimos suerte ya que la ausencia de turistas nos permitió disfrutar de toda la ruta en un ambiente de soledad acorde con el paisaje en el que estábamos inmersos.

Dantes View

Dantes View

Existen varios puntos de interés durante el recorrido a través de la US190. Dantes View. Siguiendo por el desvío marcado como Furnace Creek Wash Road, se coge la Dantes View Road. El camino hasta llegar a la parte más alta es sinuoso y con continuas curvas, además de que no hay arcén. Cuidado en la última parte ya que tiene una pendiente bastante pronunciada que unida a las curvas cerradas lo convierten en un envite para la conducción.

En la cima hay un pequeño parking desde donde se puede hacer una sencilla y corta ruta a pie. Las vistas son espectaculares, algo digno de paisajes de otro planeta, árido y agreste. Ubicado sobre uno de los salientes sientes el placer de la soledad más absoluta, el silencio sólo roto por las conversaciones y el sonido del viento, una calma y paz que invitan a la reflexión. Al fondo, un gran valle de lagunas saladas, su resplandor como si una gran nevada lo cubriera todo si no fuera por el calor asfixiante y el tórrido aire. En el otro extremo del valle se divisan los picos Telescope y Sentinel, y es un encuadre perfecto para fotografías, tanto de paisajes como algún retrato. Aquí hicimos un ligero picnic cubiertos por el portón de nuestro coche. El guarda, después de su pertinente ronda por la zona, nos saludó amablemente.

Volviendo de nuevo a la carretera principal (US190), se llega a la pequeña población de Furnace Creek e Indian Village, aquí se tuerce hacia la Badwater Road donde se encuentran otros de los puntos que son merecedores de visitar.

Artist Drive. Se trata de un recorrido por una carretera estrecha y tortuosa, con cambios de rasante dignos del mejor parque de atracciones. Se conduce entre pequeñas formaciones rocosas, que permiten visualizar como los diferentes estratos de las montañas forman un juego de formas y colores.

Badwater Basin

Badwater Basin

Badwater, es el punto más bajo sobre el nivel del mar de los EEUU (282 ft. – 85,5 m.). Aquí se llega por una carretera que se divisa en la profundidad desde Dantes View, y que finaliza en un punto donde se deja el coche y se puede caminar por un pequeño corredor de madera que lleva a la salina directamente. Con la temperatura exterior y lo que intensifica el reflejo en los cristales de sal, no se puede aguantar más de 10 minutos fuera del coche. Además hay que protegerse con crema solar. Fue aquí donde personalmente viví un momento motero. Ver aparecer a un compañero de 65 años, canadiense, viajando solo desde Quebec en una Honda Goldwind. El sueño de su vida, me dijo. El sueño de la mía, pensé yo.

Saliendo del valle, de nuevo por la US190, nos dirigimos hacia la US395 que nos llevaría a los Parques Nacionales. La carretera en este último tramo es muy divertida, ondulante y serpentea entre las montañas. Lástima que pasamos ya entrada la noche y no pudimos contemplar en detalle este paisaje. La llegada a Lone Pine y la búsqueda de algún motel donde dormir esa noche, regateando, fue un gran final para un día excepcional. Pero eso ya será otra historia.

Las montañas del Death Valley

Las montañas del Death Valley

En definitiva, este es un recorrido que no debería faltar en vuestro roadtrip por el medio oeste de los EEUU. Una experiencia, que vuelve a mostrarnos como de insignificante es el ser humano frente a la madre naturaleza.


 


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