A mucha, a muchísima gente le gusta salir a correr; pero, si además pueden enfrentarse a nuevos retos mejor que mejor. Si te reconoces en este grupo de personas, eres un mudder en potencia. El Tough Mudder es una carrera de obstáculos de entre 16-20 kilómetros con una media de 25 obstáculos en el que el barro, el hielo, las descargas eléctricas y el fuego hacen que pienses varias veces porqué me apunté a esta competición.
El objetivo principal es intentar acabarlo, no importa el tiempo empleado. Puedes ir con un grupo de amigos o sólo, y la gente te va a ayudar. Y una cosa te puedo asegurar: no vas a terminarlo sin ayuda.
Las competiciones se realizan en diferentes localizaciones y la ruta exacta prácticamente no la sabes hasta que estás allí. En mi caso, fui con un grupo de amigos al evento en Lake Tahoe, California en septiembre y me encontré que la carrera era en una estación de esquí y consistía en subir desde 2200 metros hasta casi 3000 para luego volver al punto de partida, cubriendo los casi 20 kilómetros de la competición.
Teniendo en cuenta que la distancia no es excesivamente larga, la mayor dificultad está en los obstáculos y, sobretodo, en superar tus miedos. Antes de cubrir el primer kilómetro, ya estás completamente mojado y te irás secando y mojando una y otra vez durante toda la competición mientras que corres entre otros obstáculos. ¿El más desafiante? Depende de las fobias de cada uno, yo me quedaría con el subidón tras atravesar una piscina de hielo en la que tienes que sumergirte completamente para poder salir.
La ropa para esta carrera es clave: fundamental que sea de secado rápido. Aparte de eso, unos guantes de escalada o algún tipo de protección en las manos ayuda bastante. Eso sí, no te lleves tus zapatillas favoritas porque probablemente acabaran en la basura.
En cuanto a la exigencia física, no es necesaria ninguna preparación especial. En mi caso, que llevaba tiempo sin hacer ejercicio, estuve corriendo durante los dos meses previos a la prueba, pero no estoy seguro que eso me ayudara mucho. Una cosa que descubrí una vez terminada es que es más importante potenciar brazos haciendo flexiones y dominadas ya que te ayudarán a pasar muchos obstáculos con mayor facilidad.
Una vez terminada, la sensación de victoria es inmensa. En la web de la competición http://toughmudder.com/ encontrarás todos los posibles obstáculos. No todos están en todas las carreras pero algunos son fijos…. Y sí, los fijos son los más duros. Hay varios que piensas que no podrás hacer pero justo el principal objetivo de la carrera es superar esos miedos y enfrentarte a ellos. La satisfacción de superar cada uno, te anima a enfrentarte al siguiente. Por supuesto, hay algunos que podrían ser potencialmente peligrosos, pero vi bastante seguridad y no es obligatorio hacerlos todos. Si no te sientes cómodo con alguno puedes bordear ese obstáculo. El objetivo es intentar todo pero sin pasar una mala experiencia.
Después de haber participado en un Tough Mudder, la sensación inicial es: necesito correr otro la semana que viene!! Muy muy divertido, fundamentalmente si lo compartes con amigos. Este año ha aumentado el número de eventos a nivel mundial y para 2014 ó 2015 querían intentar hacer alguno en España.
Mi recomendación: animaros a participar y cuantos más amigos seáis, mejor lo pasareis.
Crónica de un amigo.