Atrévete a cambiar es el título de un reciente anuncio que ha creado polémica por el hecho de incluir un beso explícito entre dos hombres. Cierto que la sangre todavía no ha llegado al río y no lo han prohibido, pero sorprende (o quizás no tanto) que a estas alturas alguien se moleste todavía por estas cosas y se escandalice hasta el punto de poner una denuncia.
Atrévete a cambiar
Autocontrol, que es la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial, ha pedido formalmente explicaciones a Wuaki para que presente las oportunas alegaciones en referencia a una reclamación presentada por un espectador quejándose por la aparición de un beso «muy explícito» entre dos hombres. La queja se recibió en origen en la web tvinfancia.es
Atrévete a cambiar. Escena denunciada.
Lo curioso es que toda la publicidad pasa previamente por los filtros de AUTOCONTROL, con lo cual es normal que ahora Wuaki se sorprenda por el hecho de que desde esa asociación les pidan explicaciones por algo previamente autorizado. Parece bastante claro que no se ha vulnerado ninguna legislación, pero lo que no está tan claro son las consecuencias que puedan llegar a tener esta denuncia, que de momento es de un solo usuario pero que bien podría multiplicarse si otros espectadores escandalizados hacen lo mismo.
Es posible que por prudencia recorten el anuncio, lo cual, bajo mi punto de vista sería lamentable porque sería otro paso atrás, otra censura innecesaria que no puedo entender.
Wuaki dice que seguirá adelante en el caso de que el asunto llegue a tribunales y «abogará por la defensa de los derechos humanos».
Y digo yo… ¿no tenemos otras cosas por las que preocuparnos? ¿Es normal que a estas alturas nos sigan escandalizando ciertas cuestiones? Puede que el título del anuncio sea muy acertado y el denunciante debería de aplicárselo: Atrévete a cambiar. O al menos, atrévete a abrir un poco la mente porque ya no estamos en el siglo XIX.
Ramón Cerdá
Atrévete a cambiar, el anuncio ¿prohibido? de Wuaki was last modified: enero 7th, 2015 by Ramón Cerdá