Lo que los Reyes Magos traen no son regalos físicos, estos son solo el envoltorio, lo que realmente traen es alegría inocente, que brota en los niños para que estos alimenten de este néctar tan necesario a los adultos, que sufren una hambruna constante de este alimento esencial. Quien comprende esto no tiene más que buscar a su niño interior y beber de su alegría inocente para convertirse en una auténtico Rey Mago, ya no importará el estado de su cartera, pues no confundirá el envoltorio con el auténtico regalo, un regalo maravilloso lo es más allá de cómo esté envuelto, incluso si no está envuelto.
La alegría inocente permanece en nuestro niño interior esperando ser liberada por arquetipos de nuestra conciencia como el de los Reyes Magos.