Este va a ser el primero de una serie de entradas en las que comentaré mis compras y artilugios varios para el viaje. Desde la mochila, zapatillas, botiquín, etc. Cuanto más se acerca el viaje más me doy cuenta de cosas útiles (y a veces no tan esenciales) que tengo o quiero llevar en mi mochila. Estas entradas deberían estar esponsorizadas por Decathlon, porque les voy a hacer de oro…
En esta primera entrada os presento dos esenciales: La mochila y el calzado.
La mochila
He comprado la mochila Forclaz 60. Se trata de una mochila barata, pero creo que calidad-precio está bien. A la espalda es muy cómoda. Incluso con mucho peso (aunque espero que no pese tanto). Las asas son regulables para ponerlas a la altura de la espalda que te parezca más cómoda.
Sin embargo, los dos factores que más me interesaban han sido:
- las cremalleras: que permiten por un lado abrir la mochila por la zona que quieras, no como las mochilas antiguas que sólo se podían abrir por arriba; y por otro lado las cremalleras también permiten candar la mochila si es necesario.
- La capacidad: Quizás el factor más importante a la hora de elegir una mochila
- ¿Cuantos litros?. – te puede preguntar el vendedor, y si no tienes ni idea te quedas con cara de “¿litros de qué?”
Tienes mochilas de todas las capacidades, desde 40 litros hasta más de 100. Yo he elegido la de 60, no es muy pequeña, pero tampoco es muy grande para limitar el peso que pueda a ir a la espalda durante tantos meses. Un termino medio.
Las zapatillas
Como le dije al vendedor del Decathlon: “Necesito unas todo-terreno, que me valgan para andar el día a día, y a la vez que me sirvan para subir al monte. Es decir: una botas, sin ser botas.”
Creía que pedía demasiado pero me sorprendió lo bien que entendió lo que quería. Me ofreció varios modelos que se iban de presupuesto pero entre ellas estaban las Aprenaz 500 Novadry.
Son muy cómodas pero duras, transpiran mucho y otro factor importante: son muy muy impermeables (Comprobado en Donosti).
Lo único a la hora de comprar calzado nuevo para un viaje largo, o de andar mucho, es que hay que tener en cuenta que hay que “domar el zapato”. No es buena idea comprarse el calzado un día antes de salir de viaje, porque las ampollas pueden ser de escándalo!!! Así que así estoy, con las botas en mis pies pensando que países pisarán…
Foto de la portada: Diario del Viajero
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