Realmente me ha costado ver como definía esta parte del equipaje. ¿Descanso? pues porque no… Aunque ninguno de estos artilugios son imprescindibles (en realidad hay muy pocas cosas imprescindibles), pero ayudan a hacer el viaje más cómodo y a sentirse de igual manera más cerca de casa o de esas sensaciones que a veces nos cuesta encontrar a miles de kilómetros.
Alguna cosilla hay curiosa que os sorprenderá, y después otras cosas normales, pero que aveces no te acuerdas de meter en la maleta o no sabes que existen. Todo siempre mirando la economía, el tamaño y sobre todo el peso.
Saco Sábana
Si no es un esencial estaría a nada de serlo. Es una pasada, no es un saco como el que nos imaginamos normalmente para dormir sino que más bien se trata de una sábana de seda cosida en forma de saco. ¿Todo esto para qué? Pues la verdad es más bien para prevenir, en el viaje, dado mi paupérrimo presupuesto, no quiero ni imaginar en que sitios tendré que dormir, y que cantidad de bichos, pulgas, piojos y demás parásitos pueda haber en las camas a las que vaya a dormir. Así que, me meto en mi saco sábana, y me olvido en parte de casi todos esos problemas. Lógicamente por la parte del mundo por la que me voy a mover, no voy a necesitar mucho más que esa pequeña sábana para cubrirme.
Apenas pesa 140g, así que no supone mucho lastre, se puede comprimir al tamaño de un puño, y sus medidas son de unos 2,05 metros de largo por 85cm de ancho. Como he dicho es 100% de seda y se puede comprar en Decathlon o cualquier tienda especializada de viajes.
Ya está estrenada y es demasiado cómoda!
Almohada hinchable
No necesita mucha explicación, ¿no? Pues eso, para poder dormir medianamente a gusto en cualquier lugar ya sea un tren, autobús, coche, suelo o estación. Para usar de cojín o lo que se necesite en cualquier momento.
La que venden en Decathlon es bastante grande, 30×45cm y aterciopelada para no poner la cabeza sobre un trozo de plástico, lo cual se agradece.
Mosquitera
Esta también puede bailar de lugar, si en salud, confort, descanso… Pero en el fondo se trata de descanso porque dormiré mucho más agusto sabiendo que no me van a picar mil mosquitos.
No se que tengo en la sangre pero creo que tengo algo por lo que los mosquitos no pueden resistirse. En Colombia llegué a tener más de 80 picaduras a la vez. En Croacia hace año y medio, nada más llegar al hotel ya tenía 5 picaduras (en apenas 3 horas).
Y ya no se trata sólo de no querer rascarme sino más bien de evitar la malaria a toda costa, ya que voy a zonas de alto riesgo. Único miedo grande que tengo del viaje como comentaré más adelante. Así que la mosquitera me ayudará a dormir mejor y a evitar posibles sustos con mis amigos los mosquitos.
Pesa 165g y no ocupa nada de nada.
Hamaca
Aquí ya si que hablamos de capricho puro y duro. Igual son mis raíces colombianas, y los recuerdos de los viajes a Colombia y las tardes calurosas en las hamacas balanceándome suavemente de un lado para el otro…
Pues resulta que el otro día, me enteré de que existen hamacas de viaje, muy ligeras y que aguantan hasta 100kg. Yo como soy peso mosca puedo incluso compartir!
En principio irá en la mochila, dependiendo mucho en cuanto la acabe llenando, pero como voy a ir con pocas cosas supongo que si tendré un huequito para este lujo que ya sea en Goa, o en Myanmar, en un bosque de Laos o quien sabe donde podré colgar entre dos árboles y echarme una buena siesta española!
La hamaca viene en una bolsa del tamaño de un paquete de arroz pero pesa apenas 400g. A la hora de desplegar la hamaca la bolsa contenedora se convierte en un bolsilo de la hamaca donde poder dejar las cosas mientras pasa el tiempo… Creo que cuesta alrededor de los 25€. También en Decathlon.
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