Una iniciativa altruista (hasta cierto punto), que conseguirá que los niños -desde bien pequeños- guarden un buen recuerdo de la marca, y de paso sus padres puedan pasar un rato observando y disfrutando del olor a nuevo de los Audi "de verdad".
Sea como fuere (la parta lúdica y original... o la de negocio) creo que es una gran idea que haya un centro de reparación para los coches de nuestros hijos, aunque sea en un concesionario. Por un momento me entran dudas sobre si debería llevarles los cientos de coches de mi hijo Jaime, o me dirán que solo aceptan un coche por niño.


