Audiencia de ETB-2

La realidad es tozuda y los hechos siempre se imponen sobre las palabras. La audiencia media de ETB-2 continúa su línea descendente y en el mes de abril se ha situado ya en el 10 por ciento, la cifra más baja registrada desde el mes de agosto del año 1993. Estos datos no invitan, en ningún caso, al optimismo, y ponen de manifiesto que el nuevo equipo directivo del ente público tiene por delante una ingente tarea que realizar si quiere recuperar el terreno perdido.

Imagino que no será fácil. La competencia es cada vez mayor y los canales temáticos tienen un espacio propio, que gana adhesiones día a día ante la saturación de programas tan prescindibles como “Sálvame”, en sus distintas versiones, y tantos otros que sólo buscan el éxito fácil, mediante una combinación de gritos, insultos y descalificaciones que ofenden y, en lugar de informar, desinforman y, en vez de entretener, aburren y cansan. Al menos, ésta es mi percepción.   

De todos modos, tengo la convicción de que la pérdida de audiencia por parte de ETB-2 responde, en gran medida, a la propia gestión de sus responsables, que han convertido los informativos de la cadena en una loa constante a las actuaciones e intervenciones del Gobierno PPSOE y el PP. Sólo les queda espacio libre para el PNV, y aún así el justo. Lo decía en este mismo blog recientemente: el antiguo equipo directivo ejercía un férreo control sobre el ente público, pero ahora se ha impuesto la censura.

Por ello, la sociedad les paga con su misma moneda. A medida que excluyen voces políticas y sociales de ETB-2, éstas les dan la espalda y dejan de sintonizar el canal. Es lógico. En el último año, por ejemplo, Ezker Batua-Berdeak no ha tenido cabida en los informativos del ente público vasco. Me consta que mis compañeras y compañeros están haciendo un buen trabajo en las instituciones, entre ellas el Parlamento vasco, y representan a una parte de la pluralidad de nuestra Comunidad, pero no sé por qué en ETB-2 ni se les ve ni se les escucha nunca.

Me cuentan personas de mi confianza, dignas de todo crédito, que la dirección les ha transmitido un mensaje claro: “a Ezker Batua-Berdeak ni agua”.  Y así ha sido, es y parece que será en el futuro. Allá cada quien con las decisiones que toma, pero que sepan que quien limita la independencia y relega al olvido la objetividad termina por quedarse solo. Antes o después, si de verdad quieren recuperar audiencia tendrán que empezar por recuperar credibilidad y para ello deberán recuperar primero las voces que ahora han eliminado. Euskadi es plural, pero EITB no lo es. Ahí reside el problema.