Auditar lo pequeño

Coste del rescate bancario: 60.718 millones de €

Hace relativamente poco que hemos conocido que el Ayuntamiento había decidido auditar, de forma aleatoria, de entre las inumerables asociaciones y colectivos que reciben alguna subvención municipal a quince. Diez que reciben subvención del Ayuntamiento y cinco del Patronato Municipal de Deportes. Todas las Asociaciones que reciben algún tipo de subvención están sometidas a la justificación del dinero municipal recibido para incentivar alguna finalidad concreta: unas para organizar los barrios, otras para cooperación a desarrollo, otras para organizar la Semana Santa, otras para la organización de actividades culturales, otras actividades relacionadas con la mujer, el comercio, la hostelería, la muestra de cine, el Palencia Sonora, la subvención de los grupos políticos municipales, …

Es lógico que haya una fiscalización del dinero sometido público con el que el Ayuntamiento subvenciona las más variopintas actividades con mayor o menor cuantía: desde lo cultural a lo lúdico, desde lo infantil hasta las actividades de mayores, desde la juventud hasta lo deportivo, … Y esto se hace al tener que justificar las Asociaciones hasta el último euro que reciben como subvención y en qué se ha gastado con las facturas correspondientes.

La relación de beneficiarios de subvenciones que van a ser auditados son: Tres ONGs, una Asociación folklórica, dos Asociaciones de Vecinos, la del Cristo y Pan y Guindas, la Asociación General de Hostelería, el Centro Palentino de Durango y dos empresas. Del Patronato Municipal de Deportes: El club palentino de piragüismo, la Federación española de pelota, el Cristo Atlético, el Club deportivo Squash y un particular.

El importe de las cantidades subvencionadas es inferior al más de medio millón al mes que el Ayuntamiento paga a Urbaser a cambio de la gestión del servicio de basuras y que se incumple de forma reiterada al no exigir el cumplimiento de una mejora como el servicio de préstamo de bicicletas que la empresa ofertó como mejora en el proceso de adjudicación del contrato, por decir un incumplimiento reiteradamente denunciado por Ganemos Palencia.

El problema es que, auditar las cuentas de las grandes empresas concesionarias, supone un mayor coste económico que controlar las subvenciones de pequeñas Asociaciones que reciben poco dinero y tiene menos medios para protestar.

¿Cuál es la finalidad de este proceso que se encarga de vigilar al pequeño y dejar sin controlar al grande? A mí solo se me ocurre que el partido popular quiera amedrentar a las Asociaciones que reciben unos cientos de euros para que sea más engorroso de lo que es actualmente pedirlas y opten por renunciar a las mismas porque sea más sencillo conseguir recursos de otra manera.

A otros niveles también pasa, se persigue hasta el último Euro de quienes trabajamos por cuenta ajena mientras quienes tienen grandes cantidades de dinero se dedican a evadir millones en paraísos fiscales.  No se puede rescatar a las personas deshaucidas mientras rescatamos a la banca con más de 60.000 millones de Euros o reducimos los salarios de los empleados públicos mientras nacionalizamos las autopistas que no son rentables. Obviamente, es preciso investigar todos los posibles fraudes, pero también es relevante que se incida en aquellos de mayor cuantía que pueden tener una actitud ejemplarizante. ¿O es que se quiere dar la sensación que son las pequeñas Asociaciones y colectivos las responsables de la corrupción? Mientras ponemos el acento en lo pequeño, da la sensación de que lo grande tiene salvoconducto.

En positivo hablo de la actitud militante que cientos de personas que, de forma altruista, luchan desde pequeñas asociaciones o colectivos por transformar Palencia y del intento de deslegitimación que está llevando a cabo el Partido Popular contra ese modelo voluntario y no profesionalizado.

El coste de 21.750€ del contrato podría dedicarse íntegro a auditar a las grandes empresas que viven de los servicios públicos municipales en vez de poner más trabas a las pequeñas asociaciones que tienen suficientes dificultades técnicas para justificar la subvención en plazos; por ejemplo las ONGs que trabajan con proyectos de cooperación al desarrollo en países del tercer mundo y que ponen el nombre de Palencia en el mapa de la solidaridad.