La Auditoría Superior del Estado de San Luis Potosí logró detectar que, tan sólo de los 96 millones de pesos que recibió el gobierno de Xavier Nava Palacios del «Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal» durante el ejercicio fiscal del 2019, 37 millones de pesos fueron aprovechados para pagarle a sus amigos dueños de constructoras (quienes fueron liquidados a pesar de que dejaron obras inconclusas) y para generar intereses (transfiriéndolos a diversas cuentas ajenas). La ASE también detectó que los cuates empresarios de Nava Palacios utilizaron varias razones sociales diferentes e incluso presta-nombres para que pudieran adueñarse de las adjudicaciones directas.
Un ejemplo es la pavimentación de la calle Arbolitos, la cual aún no estaba terminada cuando se llevó a cabo la auditoría y sin embargo ya se había pagado en su totalidad; además, este tipo de obras no estaba considerada como prioritarias por el gobierno federal. Entre otras tantas tranzas se encuentran labores como rehabilitación de drenaje, electrificación de colonias de alta marginación y algunas otras pavimentaciones.
Es importante destacar que el monto total de recursos mal usados todavía puede ser mayor, ya que la ASE únicamente fiscalizó una parte de lo que el gobierno de Xavier Nava Palacios recibió durante ese año. De igual manera, gracias a que el alcalde con licencia se la pasó malabareando dinero junto con su amiguito Marco Antonio Uribe Ávila (director de Obras Públicas del Ayuntamiento Capitalino), se le tuvieron que devolver 1.2 millones de pesos a la federación debido a que no fueron utilizados por falta de planificación.