Después de unos días de descanso retomamos nuestras historias… hoy, a cerca de Audrey Hepburn.
El pasado domingo, el Día de la Madre, Google le dedicó su doodle para homenajear el 85 aniversario de su nacimiento. Me pregunté entonces por qué después de más de 20 años desaparecida todavía sigue de moda… y me puse a investigar sobre ella.
Esta mujer, de origen belga, con una belleza incuestionable y un talento indudable ante las cámaras pasó una infancia marcada por la Segunda Guerra Mundial. La pérdida de sus hermanos en los conflictos bélicos, el abandono de su padre y otras desgracias familiares invadió de tristeza los primeros años de su vida. Más tarde, entre Holanda y Londres comienza su andadura profesional como modelo y artista, hasta llegar a Hollywood donde triunfó y donde nació un mito del cine y de la belleza femenina.
Tres amores, dos hijos, más de 20 películas e infinidad de actos benéficos… podríamos resumir en una línea la vida de Audrey así, pero obviamente nos dejaríamos mucho por el camino.
Cuentan que, a pesar de recordarla frecuentemente rodeada de las magníficas joyas de Desayuno con Diamantes (Breakfast at Tiffany´s), Audrey Hepburn llevaba por bandera en su vida personal su elegancia natural, sin joyas ni ostentosos vestidos. Aunque de los diseños de Givenchy no se separaba.
“Dependo de Givenchy igual que las mujeres americanas dependen de su psiquiatra” – Audrey Hepburn.
Otros dicen de ella que su extrema delgadez fue la introductora de la tendencia anoréxica en la gran pantalla, y posteriormente en las revistas y pasarelas… un poco exagerado desde mi punto de vista, ¿no? ¿Qué creéis vosotros?
Lo cierto es que su influencia en Hollywood logró inmortalizarla mucho más allá de su papel como señorita de compañía en Desayuno en Tiffany´s. Al contrario, la imagen que perdura de ella es de una mujer estilosa, elegante y nada más lejos que una mujer de mala vida…
Las Joyas de Audrey Hepburn con las que yo me quedaría…
Muchas veces hemos hablado del valor de las joyas, de su precio y de lo que realmente simbolizan. En este caso, además del valor emocional, las joyas de Audrey Hepburn se venden por cantidades tan astronómicas que superan barreras. Por ejemplo, una de las tres versiones del famoso vestido de Givenchy negro en satén, largo hasta los pies, que vestía durante el desayuno frente a una de las joyerías más caras de Nueva York se subastó hace unos años por 700.000€ y fue elegido como el mejor de la historia del cine.El collar de perlas con broche de oro blanco y diamantes es sin lugar a dudas otra de estas joyas con historia que además envuelve a una estrella del séptimo arte. No he encontrado constancia en este caso de la subasta o venta de esta pieza… Lo que sí es fácil de encontrar es una réplica por un precio más que aceptable: un collar de perlas sintéticas de cuatro vueltas con un broche en plata y circonitas podrían ser perfectamente los materiales a emplear para imitar esta pieza de joyería vintage sin perder ni una pizca de la elegancia del diseño.
Y vosotros, ¿qué os parece la figura de Audrey Hepburn?