Augusto de Prima Porta, s.I. En su coraza encontramos entre otros al Dios Apolo y a su hermana Diana. Además el Cupido que le acompaña es una clara alusión a su vinculación con Venus.
Han pasado ya 2000 años desde la muerte de uno de los personajes más destacados de la Historia Antigua. Tras el asesinato de Julio César, Augusto heredó (y conquistó) ese poder que cristalizó en el nacimiento de Imperio Romano. Una de las claves de su éxito fue la constitución de una imagen, el nacimiento de un mito incluso antes de su muerte. Conseguir una apariencia divina no era fácil en el mundo romano, ya que era algo contrario a tradición. No obstante, Octavio supo cómo incorporar esos mitos a su imagen. ¿Cuáles eran? ¿Con qué dioses se identificaba más?
En la tradición romana ya había arraigado la costumbre de remitir la propia estirpe a héroes y dioses griegos, a imitación de las casas reales helenísticas. La protección divina, la cercanía de los dioses y la identificación con figuras mitológica desempeñaron un papel de creciente importancia en la sobrevaloración de la imagen personal.
Pintura de Apolo conservada en el Palatino.
Si tuviéramos que señalar un dios preferido de Octavio, sin duda tenemos que citar a Apolo. Lo consideraba su dios protector, y gracias a él obtuvo su “decisiva” victoria de Actium frente a Marco Antonio y Cleopatra. Así lo hizo constar en las celebraciones de triunfo en Roma.
Empezó a sellar con la esfinge, que fue frecuente en el lenguaje augusteo de las imágenes. En ocasiones solemnes llevaba la corona apolínea de laurel y surgieron historias prodigiosas que apuntaban a la divinización de Octaviano como Apolo, como que él era su padre en forma de serpiente con su madre Atia. Y además, construyó un templo a Apolo junto a su casa en el Palatino, comunicados por una rampa hacia la plaza frente al templo.
Venus y Marte, Pompeya, S.I
Venus y Marte se convirtieron otros dioses fundamentales para su imagen política. Como miembro de la familia Julia, eran descendientes de Eneas, héroe troyano que se estableció en el Lacio. Fue relativamente fácil exaltar a estos amantes mitológicos como los protectores del nuevo estado romano, Marte era considerado el padre de Rómulo y Remo fundadores de la ciudad. Y por eso encontramos muchas veces representada a Venus junto el dios de la guerra, y de acuerdo con un nuevo papel de protectora, aparecía en ocasiones envuelta en un manto y con un cetro en la mano.
Gemma Augustea, s.I.
Por último señalaremos al todopoderoso Júpiter, que se encontraba en lo más alto de la jerarquía del panteón romano. No es de extrañar que Augusto asimilara su imagen de cosmocrator, es decir quien determinara el orden de tan vasto imperio. Como testimonio gráfico tenemos la archiconocida Gema Augustea, en donde podemos apreciar a Augusto entronizado junto a un águila símbolo de Júpiter.
Esta adopción de mitos se convirtió en una de las características de la constitución de esta imagen del emperador, y queda testimoniado con una serie de curiosos ejemplos conservados. No son los únicos, pero son los que más definen ese gran poder alcanzado. Algo que podemos considerar un éxito suyo, ya que acabó superando la reticencia de la tradición romana, el mos, que rechazaba la visión de un líder de origen divino, como lo habían sido los monarcas orientales, y logró presentarse como el instaurador del orden y la pax romana.
Vía | BENDINELLI; B.,(1970), Roma Centro del Poder, Aguilar, Madrid; ZANKER, P., (2005) Augusto y el poder de las Imagenes, Alianza.
Imagen| Augusto Prima Porta, Apolo Palatino, Venus y Marte, Gemma Augustea
En QAH| Especial Bimilenario de Augusto, Augusto: la imagen como propaganda política, Roma augustea (I): la Urbs antes de Octavio, Roma augustea (II): el centro monumental de la ciudad, Roma augustea (III): la monumentalización del Campo de Marte
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